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Pelea política y hospital sin funcionar, dos detonantes de la crisis del dengue

La epidemia de dengue está sobre el país con saldos fatales especialmente entre la población infantil, pero las autoridades no comienzan a coordinar acciones para encarar las consecuencias de la enfermedad. Las tareas de prevención no se hicieron en su momento, y en la semana que termina se cuentan 29 muertes por esta causa, la mayoría de ellas en Santa Cruz.

Un hospital sin funcionar, sin pruebas, la falta de médicos y la pelea política se suman al cóctel que provocó la crisis del dengue.

En 2022, el registro del país cerró con 4.362 casos confirmados, de los que 63 eran casos severos y derivaron en 10 muertes. Frente a ese panorama, este año, hasta la semana que termina se registraron 8.700 casos confirmados y 29 muertes. Los datos, que se pueden ver en el portal de la OPS, muestran que los casos de dengue severo, antiguamente llamado dengue hemorrágico, ascendieron hasta los 110 tan sólo hasta la sexta semana del año.

El departamento de Santa Cruz es el principal afectado con la enfermedad, con más de 6.700 sucesos, y también concentra la mayoría de muertes en lo que va del año. Las autoridades informaron que la enfermedad está en 14 de las 15 provincias, mientras que a nivel de la capital está en todos los distritos, aunque con énfasis en la Villa Primero de Mayo (Distrito 7), el Plan 3.000 (D.8) y El Nuevo Palmar (D.12).

Los centros de salud están abarrotados con niños en edad escolar, en muchos casos con fiebre, que acuden a la consulta de la mano de sus madres. Según el gobierno municipal, el 54% son pacientes pediátricos de cero a 14 años de edad, en muchos casos llegados de municipios vecinos. “No hay prueba para dengue, hace 20 días que no nos llega”, informa una bioquímica a una paciente en el centro Villa Fátima, ubicado en el Tercer Anillo y administrada por el municipio. Allí, los funcionarios atienden las fichas de siempre, pero si aparece un niño con temperatura elevada se prioriza su control hasta que supere el estado o sea remitido a un hospital de segundo nivel.

El director de Centro Nacional de Enfermedades Tropicales (Cenetrop), Jhonatan Marquina, explica que “la aparición de dengue tiene relación directa con la aparición de criaderos de mosquitos en cada domicilio”. Las larvas del mosquito Aedes Aegypti se desarrollan en cualquier recipiente casero de agua limpia o incluso en los que acumulan agua de lluvia en los patios, por eso es que las actividades de cada año se orientan a retirar llantas en desuso y cualquier otro material que podría convertirse en recipiente para el agua de lluvia.

Marquina explica que el Cenetrop tiene la capacidad de procesar 700 muestras de pacientes sospechosos de dengue por día, y ha comenzado a capacitar a otros laboratorios de centros de salud públicos para que puedan a la vez detectar la infección viral.

“Esto lo habíamos alertado con la Alcaldía en el mes de septiembre del año 2022. (Entre) septiembre y octubre se hicieron las recomendaciones para hacer las acciones de destrucción de criaderos en los meses de octubre y noviembre, pero en Santa Cruz hubo un mes y un poco más de inamovilidad que no permitió que la Alcaldía pueda hacer esa labor. Entonces los casos comenzaron a aparecer en gran proporción en diciembre y continuaron en enero”, dice Marquina.

El funcionario se refiere a los 36 días de paro de labores que acató el departamento, bajo la dirección del Comité pro Santa Cruz, en demanda de la realización de un censo de población en 2023. La disputa política con el Gobierno paralizó las actividades de las entidades públicas y algunas privadas, al mismo tiempo que puso restricciones a la libre circulación.

El director del Sedes, Julio Koca Paniagua, designado a mediados de enero por el gobernador Fernando Camacho desde Chonchocoro, afirma que la información que tiene es que el Sedes hizo campañas de prevención con fumigaciones en lugares donde aparecían los brotes, principalmente por Yapacaní, Buena Vista y San Carlos.

“No es un tema del paro. Lo que no hubo fue saneamiento básico, que se originó en el transcurso de ese tiempo. Los responsables de saneamiento básico son los municipios. Paro no hubo en Trinidad, pero ahí hay más casos (de dengue) per cápita que en Santa Cruz”, comentó.

La ausencia de saneamiento básico a la que se refiere es la falta de poda de los pastos y malezas en las áreas y parques públicos, donde, asegura, se reproducen los mosquitos.

Por su parte, en el municipio prefieren pasar la página y no buscar responsables. La secretaria municipal de Salud, Adriana Amelunge Hiza, explicó en un acto público que “esta enfermedad no tiene culpables” y que su comportamiento es cíclico en los países de la zona tropical del globo, por tanto era de esperarse su reaparición.

El alcalde Jhonny Fernández, en tanto, afirmó que su gobierno municipal fue el primero, sin decir cuándo, en declarar emergencia y desarrollar campañas de información dirigidas a la población. Pero las grandes mingas de limpieza, convocadas por el municipio para eliminar recipientes que puedan contener agua detenida, tanto en espacios públicos como en domicilios, se realizaron en este mes de febrero que termina, cuando el dengue ya se había cobrado la vida de dos decenas de personas y la salud de otras miles.

La falta de coordinación entre los distintos niveles de gobierno entorpece también las acciones paliativas, ya no preventivas, contra el dengue. El Sedes, por ejemplo, realiza también intervenciones para destruir vectores, explica Koca Paniagua, en campañas que involucran a universidades, estudiantes de secundaria y otras entidades (CRE, etc.).

Las autoridades están ajustando la carga sobre la marcha, y todas anuncian contrataciones temporales de personal de salud porque los pacientes abarrotan los centros de salud y los hospitales de tercer nivel se han visto sin especialistas ni camas disponibles. “En el Hospital del Niño tenemos una enfermera para cada 15 a 20 pacientes internados, así no se puede”, dice un empleado que pone en reserva su nombre. Las acciones del Gobierno central llegaron también la semana pasada con anuncios de más personal de salud y la instalación de un hospital móvil en las afueras de la ciudad. “Ellos dicen que es un hospital móvil; para nosotros son carpas, donde traen médicos de otros lugares y da la impresión de que les sobran personal de salud en otras partes”, dijo Koca.

Lo que no hace el Gobierno es asignar personal a los centros que ya están en funcionamiento o que tienen una infraestructura terminada, como sucede con el hospital de Montero que es “un hospitalazo” en su edificación y equipamiento, dice Koca Paniagua, pero no existen recursos humanos para hacerlo funcionar, responsabilidad que está a cargo del Gobierno.

Precisamente el Ministerio de Salud anunció la entrega, el pasado viernes, de una centena de ítems de profesionales en salud para ese hospital, mientras que la Gobernación de Santa Cruz también ha anunciado que ha modificado sus partidas presupuestarias para contratar personal temporal en hospitales de tercer nivel.
“Esto lo habíamos alertado en septiembre del año 2022, pero en Santa Cruz hubo un mes de inamovilidad”.
Jhonatan Marquina, Cenetrop
15
provincias
de Santa Cruz sufren las consecuencias del estallido del dengue, según datos de autoridades de salud.
“No es un tema del paro. Lo que no hubo fue saneamiento básico, que se originó en ese tiempo”.
Julio Koca Paniagua, Sedes

El pico de la incidencia del dengue aún está por llegar

Fuente: Pagina Siete

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