
Kirchner rechaza la condena de la Corte Suprema: la califica de “impresentable” y llama a construir una nueva alternativa
La expresidenta y líder del Partido Justicialista repudió la sentencia que la inhabilita para cargos públicos y alertó sobre un ataque político al campo nacional y popular.
Tras la confirmación de su condena a seis años de prisión y la inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos, Cristina Fernández de Kirchner esperó la resolución en la sede del Partido Justicialista, acompañada por dirigentes y militancia. Frente a una multitud que llenó la puerta del partido y las calles cercanas, rechazó la sentencia calificando a los tres jueces de la Corte Suprema como un “triunvirato impresentable” y “monigotes” al servicio del poder económico concentrado.

Durante su discurso, sostuvo que “los peronistas no nos profugamos, eso lo hace la derecha”, y llamó a la organización popular para hacer frente a las políticas que, según ella, están agrediendo a los sectores sociales. Además, advirtió que el fallo es parte de un mecanismo para impedir que el campo nacional y popular se organice, y denunció que la Argentina actual vive “un cepo al salario y al voto popular”.
La jornada estuvo marcada por una vigilia prolongada en la sede del PJ, donde senadores, dirigentes sindicales y sociales se congregaron para expresar su solidaridad. La expresidenta, rodeada por sus seguidores, anunció que cumplirá prisión domiciliaria en su departamento del barrio porteño de Constitución, mientras las movilizaciones comenzaron a multiplicarse en todo el país.
En su crítica al tribunal, recordó que “a los que se fueron en helicóptero y realizaron el megacanje nadie los llamó a declarar”, y sostuvo que esta condena es “un certificado de dignidad histórica” frente a un sistema que no perdona a quienes gobiernan para el pueblo y buscan una distribución equitativa del ingreso.
Las calles se llenaron de cánticos y consignas de apoyo a Kirchner, mientras sus seguidores ya piensan y organizan los próximos pasos de resistencia ante lo que califican como un fallo con intereses políticos y un nuevo capítulo en la larga historia de ataques al peronismo.