Aumentan viajes a sectores rurales

El feriado de Semana Santa es aprovechado por las familias migrantes, quienes retornan a las poblaciones rurales, sobre todo a Copacabana, con el propósito de realizar la siembra de productos.

Si bien, es un feriado que por lo general las familias llegan a disfrutar de los diferentes platos acostumbrados en la tradición religiosa católica, las cuales pueden estar enraizadas mucho más en las regiones de provincia, como es el caso de Copacabana, algunas personas se trasladan a esta región con la finalidad de poder aprovechar los tres días y lograr realizar trabajos de agricultura.

Prensa Libre

“Mi familia vive aquí en El Alto, pero como son tres días yo me tengo que trasladar con todos ellos porque me dedico a la siembra y para que la comunidad no me reclame, debo aprovechar para responder a todo lo que nos piden. No solo sembramos, entre las comunidades, es un ayni (colaboración) entre todos y el año pasado he ayudado, ahora les toca que me ayuden”, cuenta Ruperta Mamani, una de las pasajeras de la Flota a Copacabana la misma que al igual que otros vehículos de las diferentes empresas que se estacionan al interior de la terminal de buses interprovincial, oferta sus salidas a esta región del altiplano a Bs 20.

De acuerdo a Umberto Chambi, conductor de la flota, los pasajes a Copacabana no han sufrido ningún incremento, siendo el mismo costo mientras no aumente la demanda, aseguró.

“Está en Bs 20 no hemos subido, pero veremos qué pasa mañana si hay más pasajeros puede ser que llegue hasta Bs 30, pero hasta el momento solo estamos cobrando lo acostumbrado”, añadió.

La terminal de buses interprovincial es un lugar que para estas fechas suele incrementarse de pasajeros, ante la posibilidad de llegar a una de las poblaciones del santuario de la Virgen de Copacabana, donde la comida de carne blanca (pescado) permite no romper la tradición de los platos en Semana Santa.

“A Copacabana estoy viajando, con mis nietos, después llegarán mis hijos, el jueves, cuando estén en horario continuo y como allá tenemos casa no vamos a pasar por el problema de los alojamientos que suele llenarse rápido”, afirmó María Quenallata una abuela ocupada en cargar sus bultos al bus y dar de comer a sus nietos menores, quienes la esperaban sentados al interior del motorizado.

Quenallata confirma una de las constantes preocupaciones de quienes suelen ausentarse de sus actividades en feriados que se unen al fin de semana y eligen regiones próximas al centro laboral. El problema de hospedaje y costos no regulados, convierte a estos atractivos turísticos en un obstáculo sobre todo para familias numerosas, quienes por falta de recursos eligen no realizar viajes y quedarse en sus domicilios respondiendo a la tradición religiosa.

El Diario.