
- La reconocida comunicadora, con una destacada trayectoria en medios nacionales, enfrenta graves complicaciones de salud tras una fractura de brazo que agravó su condición diabética.
La periodista Elvia Moya, una de las figuras más respetadas del periodismo boliviano, se encuentra internada en el Hospital de La Portada en estado crítico, tras sufrir una serie de complicaciones médicas derivadas de una fractura de brazo. Según informaron sus familiares a la red Unitel, el incidente ocurrió el fin de semana pasado y, debido a su condición de diabetes, su salud se deterioró rápidamente.

En los últimos días, su cuadro empeoró, presentando ahora una falla renal y hepática severa, lo que ha requerido su traslado a terapia intensiva. Ante la gravedad de su situación y los elevados costos del tratamiento, sus seres cercanos iniciaron una campaña de recaudación de fondos para cubrir los gastos médicos.
«Los gastos hospitalarios y los medicamentos superan nuestras posibilidades económicas», explicó un familiar, quien detalló que se habilitó una cuenta en el Banco BISA (N° 0972014010) y un código QR para donaciones. Además, los interesados en colaborar pueden comunicarse al número 73746379.
Una vida dedicada al periodismo
Nacida en Santiago de Chile, Moya llegó a Bolivia en 1979, huyendo de la dictadura en su país. Inició su carrera en el periódico El Diario de La Paz y luego trabajó en la Agencia de Noticias Fides (ANF) y Radio Nueva América. Su incursión en la televisión la consolidó como una voz influyente, pasando por Canal 7, Telesistema Boliviano, ATB y Unitel, donde dejó una huella imborrable.
A lo largo de su trayectoria, recibió importantes distinciones, como la medalla «Bautista Saavedra» por la Defensa de los Intereses Públicos y el Reconocimiento al Mérito Profesional de la Universidad Franz Tamayo (Unifranz). En una de sus últimas apariciones públicas, Moya reflexionó sobre su oficio: «Las calles son escenarios de la actividad ciudadana y, por tanto, terrenos donde se desarrollan las noticias. Encontré en ellas el pulso de la vida».
Mientras su estado de salud sigue siendo delicado, colegas, amigos y admiradores se unen en una ola de solidaridad para apoyar a quien dedicó su vida a informar con rigor y humanismo.