Marcelo Claure exige prisión para Evo Morales por fraude y corrupción

  • El empresario acusó al expresidente de ser «el mayor enemigo del país» y lo instó a exiliarse en Cuba o Venezuela si evita la cárcel.

El empresario boliviano Marcelo Claure lanzó duras críticas contra el expresidente Evo Morales este fin de semana, exigiendo su encarcelamiento por fraude electoral, corrupción durante su gestión y presuntos vínculos con el narcotráfico. A través de sus redes sociales, Claure afirmó: «Evo es el mayor enemigo del país. Si no es la cárcel, que se exilie en Cuba o Venezuela. Bolivia no avanza con él libre».

Prensa Libre

Actualmente, Morales es considerado prófugo de la justicia en Tarija, donde pesa una orden de aprehensión por los delitos de violación, trata y tráfico de personas. Sin embargo, el exmandatario ha evadido su captura con el respaldo de grupos armados que actúan como su guardia sindical en el Chapare, región donde se encuentra recluido de facto.

Fraude electoral y crisis de 2019

Claure se refirió específicamente al proceso electoral del 20 de octubre de 2019, anulado tras un informe de la Organización de Estados Americanos (OEA) que detectó «manipulación dolosa» en los resultados. Este escándalo derivó en la renuncia de Morales, su huida del país y una crisis institucional sin precedentes.

Denuncias de corrupción y narcotráfico

El empresario también recordó las múltiples acusaciones de corrupción contra Morales, incluyendo sobreprecios en contratos estatales, favoritismo en licitaciones y el uso de empresas públicas para financiamiento político. Asimismo, señaló los cuestionamientos por su presunta tolerancia al narcotráfico en el Chapare, donde diversos informes internacionales han documentado la expansión de cultivos ilegales.

Aunque Morales niega cualquier vinculación, su estrecha relación con los sindicatos cocaleros y su control político en la región siguen bajo la lupa.

Presión política y futuro judicial

Las declaraciones de Claure reavivan el debate sobre la impunidad en casos de alta corrupción y aumentan la presión de sectores opositores que exigen justicia. No obstante, Morales no enfrenta procesos judiciales activos por estos tres delitos y mantiene su campaña con miras a las elecciones de 2025.

Mientras tanto, la polarización en Bolivia sigue creciendo, con un exmandatario acorralado por las acusaciones pero aún con influencia en amplios sectores del país.