
Trump defiende mano dura en inmigración y economía tras 100 días de su segundo mandato
Desde la Casa Blanca, el presidente reafirmó su estrategia de cierres fronterizos, aranceles agresivos y uso ampliado del poder presidencial en su primera entrevista televisiva del nuevo periodo.
En una entrevista exclusiva con ABC News, el presidente Donald Trump abordó los principales ejes de sus primeros 100 días del segundo mandato: inmigración, economía, política exterior y el uso de sus facultades ejecutivas. Desde el Despacho Oval, reafirmó su enfoque en políticas de impacto inmediato.

Sobre inmigración, Trump aseguró que las entradas ilegales han bajado un 99,9% desde su retorno al poder, atribuyéndolo a una política de cierres totales y expulsiones rápidas. Defendió las deportaciones sin juicio individual al señalar: “¿Podemos hacerle juicio a 21 millones de personas? Eso no es viable”. Enfatizó que el país estaba “yéndose al abismo”.
El caso del salvadoreño Kilmar Abrego García, deportado pese a contar con una orden judicial de protección, fue mencionado como ejemplo. Trump desestimó el fallo de la Corte Suprema que ordenó su repatriación: “Ese tipo es un miembro de la MS-13, lo tenía tatuado en los nudillos. No es ningún santo”.
Frente a las críticas sobre el respeto a las decisiones judiciales, respondió: “Yo sigo la ley, pero no podemos permitir que asesinos anden sueltos porque un juez radical los proteja”.
En el terreno económico, defendió los nuevos aranceles del 145% a China, pese a las advertencias sobre el impacto inflacionario. “Ya lo hice en mi primer mandato y tuvimos una inflación de solo 1%. Ahora, los precios están bajando: gasolina, huevos, alimentos. Todo va para abajo”, aseguró. También afirmó que empresas como Apple están invirtiendo hasta 500 mil millones de dólares, dentro de un paquete total de 7 a 8 billones en inversiones.
Sobre la guerra en Ucrania, Trump responsabilizó al expresidente Joe Biden por permitir el conflicto. Dijo que Vladimir Putin no habría actuado de ese modo bajo su mando: “Putin dispara misiles sobre ciudades. Me hace pensar que quizá me esté usando. Pero si me respeta, no tomará todo el país”. Al ser consultado sobre si condicionaría la ayuda militar a una firma de paz, respondió: “Es un gran secreto. No quiero arruinar ninguna negociación”.
Confirmó que durante su mandato ha usado su poder para presionar a al menos 15 bufetes que representaban a opositores: “Firmaron todo lo que les puse. Sabían que hicieron algo mal”. Negó tendencias autoritarias y afirmó: “Fui el presidente más perseguido de la historia. Solo estoy limpiando la casa”.
Sobre el brote de sarampión en Texas, recomendó la vacunación infantil, aunque rechazó imponerla. Destacó que su secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr., apoya esta medida. También reivindicó la creación de la vacuna contra la COVID-19 como “una hazaña científica histórica” bajo el programa Warp Speed.
Finalmente, defendió los recortes al programa DOGE (Detección de Gasto Extraordinario), alegando un ahorro de 150 mil millones de dólares y prometiendo más investigaciones: “Hay casos de fraude enormes. Ya hay derivaciones legales”, afirmó. Cuando se le recordó que el Departamento de Justicia no las ha confirmado, replicó: “¿Cómo sabes que no las hubo? Claro que las hubo”.