Cuánto más dejaremos pasar…

Hace tiempo que los masistas delincuentes cruzaron la línea.

No es de extrañar que a una persona que necesita reposo le salgan a golpear al patio con ollas en la noche.

Prensa Libre

No es de extrañar que la caudillo femimarxista trate de hacer su «psicoanálisis» subjetivo y sesgado para decirnos que ve un «proceso mediático de victimización».

No es de extrañar que ATB invente abogados a la RJC o que Junior nos muestre una foto de Internet como «primicia» de los cortes en el brazo de la expresidenta. Peor, no es de extrañar ya, que los mal llamados medios estatales, como ABI, usen una foto trucada que hace mofa de Amparo o que ese bodrio llamado El Pueblo titule que Añez prácticamente «vive feliz encerrada».

No es de extrañar que grupos masistas hagan seguimiento y acoso por donde camine la expresidenta y no será de extrañar que mañana también vuelvan las pandillas de los satucos y columna sur a tratar de impedir con su violencia, la marcha por los DDHH.

No es de extrañar que en plaza Murillo aparezcan grupos denominados «coordinadoras de la democracia» para amenazar y decir que «no van a permitir» el debido proceso, porque «los golpistas deben pagar por las masacres».

No es de extrañar, finalmente, que este país se haya quebrado hace tiempo y que sea cuestión de tiempo para volver a las calles.

Todo un país enfrentado y ensangrentado hace un lustro, todo por un tirano macabro, manipulador y pedófilo, y su cúpula de cobardes que hoy vuelven a sentirse impunes y valientes.

Dicen que la mentira ganó y como son mayoría, entonces la mentira es mayoría.

Ya tienen su narrativa posverdad instalada. Ya tienen respuesta para todo, pues si pides por ella te dirán que ella «no pensó en las pobres víctimas masacradas»; si dices que es mujer, te dirán que «no es tan mujer», porque ella es una simple cristiana que nunca grafiteó paredes pidiendo aborto y como es choca y del oriente no es del pueblo (como Copa, tal vez); si dices que es inocente mientras no se demuestre lo contrario, te responderán que hay en algún lado alguna reclusa igual que ella, pero que no tiene tanta cobertura mediática, por tanto, eso significa privilegios de la gente rica…

Son respuestas de la izquierda socialista, comunista y progresista, y si aún te adscribes a alguno de esos grupos, no estás defendiendo a una persona o UNA causa; tú sólo quieres sentirte bien contigo mismo y que no te salpique el edor de tus primos azules.

En tiempos en los que debes definirte como ser humano, yo reafirmo mi compromiso con la vida y la libertad, pero también, hoy, abogo por recuperar la justicia y la democracia como base para esa «reconciliación», que ojalá llegue a este lastimado país.Pese a las amenazas, acá, señores, nadie se va a cansar y nadie se va a rendir…

Por Iván Rada