
El Mutún: ¿Un sueño industrial o un show político? Diputada María René Álvarez denuncia fraude en la inauguración de plantas
- «En medio de wiphalas y promesas incumplidas, el Gobierno inaugura cuatro plantas en el Mutún con una inversión de 600 millones de dólares, pero la realidad dista de ser la industrialización prometida.»
Hoy, los cruceños fuimos testigos de lo que la diputada María René Álvarez, de Creemos, calificó como «un show político muy grosero». En un acto cargado de simbolismo, pero vacío de resultados concretos, el Gobierno nacional inauguró cuatro plantas en el Mutún, un proyecto que ha costado al país cerca de 600 millones de dólares. Sin embargo, detrás de la pompa y las wiphalas, se esconde una realidad preocupante: la industrialización del Mutún sigue siendo una promesa incumplida.

«Lo que se mostró hoy es falso y fraudulento», afirmó la diputada Álvarez, quien denunció que, para comenzar operaciones, la Empresa Siderúrgica del Mutún (ESM) tuvo que comprar arrabio, ya que la quinta planta, esencial para producir el hierro esponja necesario como materia prima, aún no está terminada. «Esto demuestra que no hay una industrialización real, sino un intento desesperado por mostrar avances donde no los hay», agregó.
El presidente Luis Arce, en su discurso, aseguró que los cruceños y porteños comenzarán a recibir regalías, prometiendo que el 85% de estos recursos llegarían a la Gobernación. Sin embargo, Álvarez desmintió estas afirmaciones, señalando que «esos recursos se quedarán en el nivel central y solo llegará lo mínimo a la provincia productora».
«Santa Cruz merece un proyecto de envergadura, digno y transformador», enfatizó la diputada, quien lamentó que, una vez más, el Mutún sea utilizado como una herramienta de propaganda política. «El gigante dormido sigue siendo solo un sueño para los cruceños, mientras el masismo siga en el poder», expresó.
La diputada concluyó con un llamado a la acción: «El Mutún será una realidad solo cuando los cruceños tomemos las riendas de nuestro destino, sin la injerencia ni el atropello del centralismo socialista». Mientras tanto, lo que hoy se presentó como un hito histórico no es más que «una promesa vacía», que deja a Santa Cruz sin el empleo, las regalías y el desarrollo que tanto necesita.