Aviación civil rechaza proyecto que “militariza ” espacio aéreo
Distintas entidades de la aviación civil cuestionan y rechazan el anteproyecto de decreto supremo elaborado por el Ministerio de Defensa que apunta a normar el control del espacio aéreo. Este sector privado sostiene que en realidad se busca militarizar esta área, otorgando a la Fuerza Aérea Boliviana (FAB) potestades por encima de otros organismos en la aviación civil.
“Vemos con mucha alarma que se trate de militarizar el manejo de la aviación civil, en contramarcha a lo que ocurre en el mundo entero, otorgando facultades de fiscalización y otras a la Fuerza Aérea, y pretendiendo desmantelar económicamente las entidades que conforman la autoridad aeornáutica para poder sostener el funcionamiento de los radares”, se lee en una carta abierta enviada a la presidente Jeanine Áñez.
La misiva está respaldada por la Asociación de Pilotos Civiles de Santa Cruz (APCSC), de Beni (APCB), la Asociación Nacional de Pilotos Aviadores de Bolivia (ANPAB), la Asociación Nacional de Empresas Fumigadoras Aéreas (Andefa), la Escuela de Aviación, y la Asociación de Líneas Aéreas (ALA) .
En la carta se resalta que un Gobierno transitorio no debería asumir “políticas estructurales y de largo plazo”.
El anteproyecto cuestionado es para reglamentar la Ley de Seguridad y Defensa del Espacio Aéreo (521) y concede un rol central a la FAB en el control de los cielos bolivianos. La norma, además, aborda el uso que se dará a los nuevos 13 radares que se instalan en el país, los cuales permitirán vigilar de forma directa el paso de aeronaves.
El asesor legal de la APCSC, Álvaro Munguía, dijo que el anteproyecto se manejó “de forma clandestina”, sin socialización. “Creemos que es un afán para favorecer a la FAB para controlar la aviación civil”.
La gerente de ALA, Yanela Zárate, manifestó que “es vergonzoso que esto se haya manejado entre gallos y medianoche”. Aseguró que la asociación que ella representa rechaza el anteproyecto y que el lunes presentarán una nota a la presidente Áñez.
Munguía señaló que el anteproyecto crea el Sistema de Vigilancia, Control y Defensa del Espacio Aéreo (Sivicodea), una instancia en la que la participación militar será predominante.
Al mismo tiempo teme que con la creación del “fondo de aeronáutica nacional” (artículo 6), dependiente del Ministerio de Economía, que concentrará y distribuirá los fondos para la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) y la Administración de Aeropuertos y Servicios Auxiliares a la Navegación Aérea (Aasana), los recursos para ambas instituciones disminuirán, perjudicando a la aviación civil.
Munguía también observó el hecho de que el Comando de Seguridad y Defensa del Espacio Aéreo (Cosdea) dependa directamente de la FAB y tenga atribuciones como el de intervenir aeronaves en el espacio aéreo que no se identifiquen por alguna razón. “Los militares no entienden cómo funciona la aviación civil. Ya tuvimos problemas con ellos haciéndose cargo de la DGAC”.
Zárate añadió que hay errores en el anteproyecto, como el hecho de que -según ella- se quiera incluir la seguridad de la aviación civil en la seguridad y defensa del Estado. “Nosotros ya tenemos normas específicas en la materia manejadas por la DGAC y eso está protegido y respaldado por un convenio internacional que ha suscrito el Estado y que tiene rango de ley: el Convenio de Chicago, anexo 17”.
Ambos entrevistados coincidieron en que se debe reglamentar la Ley 521, pero que esto debe socializarse con los actores vinculados al área.
No se pudo conversar con alguna autoridad del Ministerio de Defensa. Sin embargo, en una anterior entrevista sobre este mismo anteproyecto de decreto supremo, el coordinador del proyecto del Sistema Integrado de Defensa Aérea y Control de Tránsito Aéreo (Sidacta), Ricardo Gómez, indicó que la DGAC y Aasana son parte de la elaboración del documento, aunque no se refirió a las otras instituciones que ahora reclaman.
Gómez añadió que este anteproyecto aún debe ser revisado antes de pasarlo para su promulgación. Más concentrado en el tema de los radares, el oficial militar aseguró que esta tecnología permitirá incrementar los ingresos del país al abrir las puertas para que aviones extranjeros pasen por el espacio aéreo boliviano.
Pagina Siete