Cochabamba y el país sufren las consecuencias de 16 días de bloqueos evistas

  • Más de 1.300 millones de dólares en pérdidas y un llamado urgente a la acción del Gobierno frente a la crisis de transitabilidad

Cochabamba continúa siendo el departamento más afectado por los bloqueos en carreteras interdepartamentales, una medida de presión impulsada por sectores afines a Evo Morales que lleva ya 16 días. Según la información de la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC), se registran al menos 23 puntos de bloqueo en las primeras horas de este martes.

Prensa Libre

La situación en Cochabamba es crítica, ya que todas las vías y accesos que conectan al departamento con el resto del país están completamente obstaculizados. Este panorama no solo afecta la transitabilidad, sino que también tiene un impacto económico severo en diversas áreas, especialmente en el comercio y el transporte.

El ministro de Desarrollo Rural y Tierras, Juan Yamil Flores, ha señalado que las pérdidas en el sector productivo ya superan los 1.300 millones de dólares. Durante una conferencia de prensa, Flores destacó que «los bloqueos nos están perjudicando, especialmente en el trópico. Tenemos reportes realmente lamentables del sector bananero, avícola, piñero y de productores de soya y caña.»

A medida que las pérdidas se acumulan, los sectores afectados exigen acciones concretas y efectivas al Gobierno para que se desbloqueen las rutas. Las carreteras se han convertido en verdaderas fortificaciones de piedras, tierra, llantas y troncos, impidiendo el libre movimiento de vehículos.

Cientos de camiones, carros cisternas y tráileres han permanecido atrapados en las vías durante más de 15 días, lo que agrava la crisis. Los bloqueos, impulsados por los ‘evistas’, buscan reclamar al Gobierno de Luis Arce que detenga lo que consideran «una persecución política» contra Morales, quien enfrenta acusaciones e investigaciones por trata de personas y estupro, vinculadas a una presunta «violación» de una menor durante su Presidencia.

La situación es insostenible y requiere una respuesta urgente y efectiva del Gobierno para restablecer la normalidad y garantizar el bienestar económico de los bolivianos.