Silbidos y abucheos marcan la participación de Luis Arce en el Congreso de Fencomin

  • El presidente enfrentó un clima de rechazo durante su discurso en Santa Cruz, mientras dirigentes mineros pedían respeto y cordura entre los asistentes.

El presidente Luis Arce vivió un momento incómodo durante su participación en el Congreso Nacional Ordinario de la Federación Nacional de Cooperativas Mineras de Bolivia (Fencomin) RL, celebrado en Santa Cruz. Silbidos y abucheos resonaron en el recinto mientras el mandatario intentaba dirigirse a los presentes, evidenciando el descontento de las delegaciones mineras que asistieron al evento.

Prensa Libre

El malestar fue captado por las cámaras del canal estatal, que transmitieron en vivo el momento en que Arce intentó apaciguar los ánimos con un llamado al diálogo. “Venimos a desearles el mayor de los éxitos en este su congreso de la Fencomin, desearles mucho éxito, hermanos; hay que debatir, no hay que tener miedo al debate, con silbidos no se resuelven los problemas, ni con aplausos, sino con debate profundo”, expresó el mandatario al cierre de su intervención.

Sin embargo, sus palabras no fueron suficientes para calmar el ambiente. Zenón Guarachi, vicepresidente del Consejo de Administración de Fencomin RL, tomó la palabra para pedir “cordura y respeto” hacia los invitados del Gobierno, pero los silbidos persistieron, reflejando la tensión entre el Ejecutivo y los sectores mineros.

El incidente dejó en evidencia las fracturas políticas y sociales que atraviesa el país, en un contexto donde el Gobierno busca fortalecer su relación con los movimientos sociales y cooperativistas, actores clave en la economía boliviana. La reacción de los mineros no solo cuestiona la gestión de Arce, sino que también plantea un desafío para su administración en medio de un escenario político cada vez más polarizado.

Mientras el presidente abandonaba el recinto, las delegaciones de los diferentes departamentos continuaron expresando su descontento, dejando claro que el diálogo entre el Gobierno y los cooperativistas mineros aún tiene un largo camino por recorrer.