
- El exsecretario de la CAF, Víctor Rico, y analistas económicos alertan sobre el riesgo de una crisis crediticia y el impacto a largo plazo en la imagen del país.
La situación financiera de Bolivia ha encendido las alarmas entre expertos y analistas económicos, quienes advierten que el país podría declararse en default si no cumple con los pagos de sus obligaciones internacionales en los próximos días. Víctor Rico, exsecretario de la CAF, fue enfático al señalar que “si el Gobierno no paga la cuota de los bonos soberanos, se tendrá que declarar en default, y eso sería muy grave”.

Rico explicó que un escenario de incapacidad de pago no solo afectaría al Gobierno actual, sino que tendría repercusiones a largo plazo. “Esto daña la imagen crediticia y la voluntad de pago de los compromisos externos del país”, subrayó. La declaración de default, según el experto, generaría un efecto dominó que impactaría la confianza de los acreedores internacionales y limitaría el acceso a futuros financiamientos.
Por su parte, el analista económico Gonzalo Chávez describió la situación como un “dilema durísimo” para el Gobierno. “Si no pagas deudas y no muestras solvencia a futuro, vas camino a un default”, afirmó. Chávez también destacó la difícil elección que enfrentan las autoridades: “O compras diésel o pagas tus deudas; o aumentas el salario a la COB o pagas tus deudas. No vas a poder hacer varias cosas simultáneamente”, señaló.
Además, el analista criticó la estrategia del Gobierno de recurrir a la emisión monetaria para cubrir sus gastos. “El gran problema es que siguen utilizando la maquinita de imprimir bolivianos, pero eso también es inflación a futuro”, advirtió. Esta práctica, según Chávez, podría agravar la situación económica del país en el mediano y largo plazo.
Hasta el momento, el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas no se ha pronunciado oficialmente sobre el tema. La red UNITEL intentó obtener una postura de la cartera de Estado, pero no recibió respuesta alguna hasta el mediodía de este lunes. Sin embargo, se conoce que Bolivia tiene un compromiso de pago externo pendiente que debe cumplir en los próximos días.
Mientras tanto, la incertidumbre crece entre los actores económicos y la ciudadanía, que esperan un pronunciamiento claro del Gobierno sobre cómo planea manejar esta delicada situación. El incumplimiento de las obligaciones financieras no solo pondría en riesgo la estabilidad económica del país, sino que también afectaría su credibilidad en el escenario internacional.
El reloj sigue corriendo, y las decisiones que se tomen en los próximos días podrían definir el rumbo económico de Bolivia en los años venideros.