Bloqueos ‘evistas’ dejan más de 200 heridos y un impacto económico millonario

  • Manifestaciones leales a Evo Morales cumplen dos semanas con graves consecuencias humanas y financieras, según denuncia el Gobierno.

Los bloqueos en carreteras, impulsados por grupos afines al exmandatario Evo Morales, cumplieron este domingo 14 días consecutivos de paralización, generando no solo caos en la transitabilidad, sino también pérdidas económicas millonarias, enfrentamientos violentos y un saldo trágico: más de 200 heridos, incluyendo personal médico y policial, según confirmó la ministra de Salud, María Renée Castro.

Prensa Libre

«No podemos normalizar ni justificar lo ocurrido», declaró Castro en entrevista con UNITEL, al detallar los ataques a centros de salud, ambulancias impedidas de circular y profesionales amenazados. «Bajo el argumento de protesta, se puso en riesgo la vida de personas que necesitaban atención urgente», denunció.

Crisis humanitaria y ataques al sector salud

Los datos oficiales revelan que, durante las dos semanas de conflicto, 203 personas resultaron lesionadas: 108 policías, 16 trabajadores de salud y 79 civiles, entre ellos mujeres y jóvenes. «Nadie debería sufrir por intolerancia. Esto ya no es una lucha social, son actos criminales», enfatizó la ministra, quien calificó las acciones como un ataque directo a derechos fundamentales: la vida, la salud y el trabajo seguro.

Pese a la violencia, Castro reconoció la labor del personal sanitario, que «trabajó con valentía en medio del caos», y extendió un agradecimiento público a su equipo.

Impacto económico y social

Los bloqueos han afectado severamente la cadena productiva, con pérdidas estimadas en millones de dólares para sectores como el agropecuario y el transporte. Además, se reportaron desabastecimiento de insumos médicos y combustibles en varias regiones.

Mientras las autoridades exigen el cese de las protestas, los colectivos movilizados insisten en mantener las medidas de presión, profundizando la polarización en el país. La comunidad internacional sigue de cerca el desarrollo de la crisis, que ya suma víctimas fatales y reclamos por una salida pacífica.