GIEI, el relato victimista
El GIEI nos viene a contar que la violencia de 2019 fueron «marchas pacíficas».
Nos vienen a contar que «no hay evidencia de que en Sacaba esas marchas portaban armar de fuego». Yo recuerdo un policía herido y socorrido por los propios reporteros de cobertura. ¿Habrán dado su testimonio, colegas.
Los llamaron?
Nos vienen a decir que en la toma de Senkata «no había riesgo evidente» de que esa planta fuera a explotar. Sólo fue invento de los medios golpistas para justificar la masacre y ejecución sumaria, dirá cualquier vulgar masista.
¿Se habrá escuchado a Casimira, que fue cortada en el uso de la palabra? ¿Se habrá escuchado a la APDHB? cuando muy ingenua doña Amparo nos dice «no nos convocaron»…
En pocas palabras, como era previsible, ganó la versión de la «masacre». El «pueblo» sólo salió a protestar, no se sabe por qué, y en su protesta pacífica (porque gritar guerra civil es lo más pacífico que existe), fueron reprimidos por militares y policías desalmados y malvados (claro, los dos oficiales masacrados en El Alto y la autopista no cuentan, ese par de fachos verde olivo no son pueblo).
Hubo muertos y víctimas. Claro que sí y eso lastima a la patria. Pero nadie indaga a qué grupo respondían, por qué estuvieron en el lugar, qué buscaban o fueron víctimas circunstanciales.
En sí; ¿Quiénes fueron los instigadores y autores intelectuales de esas muertes?
Ganaron, señores. Ganó la narrativa y el relato de la posverdad. Este país no tendrá paz ni justicia en corto plazo y si no entiendes lo que viene (tú, analista u opositor tibio que quiere hacer «tablas»), mejor quédate en casa oculto hasta 2025 o 2030…
Por Iván Rada