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La historia del perrito Jack destapa crueldad y abandono

Jack, el perrito de raza criolla y al que todos los vecinos de la calle Esteban Arce de Villa Copacabana conocían como una mascota muy sociable y juguetona, tuvo una muerte muy cruel el pasado domingo. Su dueño, Daniel M., un hombre de 85 años de edad, lo ató de las patas y lo degolló.

La muerte de esta mascota destapó la situación de abandono en la que vivió Jack por más de 15 años y la irresponsabilidad de su propietario.

“El perro era muy sociable. Era muy querido por los vecinos. Sabíamos muy bien su nombre. Cuando le gritábamos Jack, él venía corriendo y moviendo su cola”, contó a Página Siete un vecino que vive a unos pasos de la casa del acusado por el biocidio, en el cruce de Villa Copacabana. Esta persona prefirió guardar su nombre en reserva para evitar problemas con la familia del dueño de la mascota.

De acuerdo con el vecino, el perrito era muy tranquilo y pese a cuidar la casa de su dueño, vivía en una situación de abandono. “No le daba comida y prácticamente todo el día estaba en la calle”, aseguró.

En reiteradas ocasiones, los vecinos se encargaban de alimentar al can con algunos pedazos de pan o de comida.

“El Jack ya era viejito. Cuidaba por muchos años la casa de su dueño”, indicó el vecino y aseguró que muchas veces, algunos vecinos pedían al acusado no dejar a su perro en la vía pública. “A veces dormía en la calle a la intemperie”, dijo.

El vecino dijo que no está seguro de si Jack sufría agresiones de parte de su dueño, pero sí indicó que el perrito estaba en abandono “por la irresponsabilidad de su propietario”.

El domingo, cerca de las 16:00, Animales SOS recibió la llamada de un vecino del lugar. “Les pedimos ayuda. Es muy cruel lo que está pasando. Mi vecino está matando a su perro y el animalito no dejar de aullar. Su llanto es más fuerte que la del sonido de la licuadora”, dijo otra vecina pidiendo auxilio para el animal.

Inmediatamente, la organización se movilizó y una de sus voluntarias fue al lugar y cuando llegó, los vecinos estaban en la puerta. Tocaron de forma insistente la puerta y “el hombre salió con su ropa toda ensangrentada. En el suelo del patio, el perro estaba agonizando después de ser degollado”, relató la presidenta de Animales SOS, Susana Carpio.

Este hecho causó mucha conmoción entre los vecinos, quienes llamaron a la Policía. Por esa razón, el hombre fue aprehendido.

Otra activista y presidenta de la Confederación Social Animalista y Control Social, Silveria Laureano, contó que el perro era muy tranquilo y que lastimosamente fue torturado durante tres días por su dueño.

Además, algunos vecinos indicaron que el acusado había consumido bebidas alcohólicas “para tener más fuerza”. “Así procedió a matarlo de la forma más cruel y salvaje”, indicó.

“Lo mató con ensañamiento, premeditación y alevosía”, agregó Carpio y afirmó que este caso debe preocupar a toda la sociedad.

De acuerdo con el fiscal Sergio Bustillos, el propietario de Jack fue detenido e imputado por el delito de biocidio.

Según la Ley 700 para la defensa de los animales contra actos de crueldad y maltrato, el Código Penal incluye este delito para sancionar al que mate a un animal. El parágrafo primero del artículo 350 del Código Penal establece que se sancionará con privación de libertad de dos a cinco años y multa de 30 a 180 días a quien cometió el hecho con ensañamiento o con motivos fútiles a un animal.

Uno de los abogados que hace seguimiento al caso de Jack, Fernando Peñaloza, explicó que la denuncia ya pasó a la Fiscalía y emitió la resolución de imputación formal “por ser un delito flagrante”.

El jurista explicó que el denunciado del caso es una persona de la tercera edad y seguramente se beneficiará de la Ley (369, General de las Personas Adultas Mayores).

“Lamentablemente no se podrá aplicar la máxima medida preventiva (la cárcel). De acuerdo con un criterio de proporcionalidad, la fiscal verá cuáles serán las medidas que se aplicarán contra este ciudadano”, dijo el abogado. Anoche, en la audiencia de medidas cautelar, el acusado recibió detención domicilia.

Laureano y Carpio lamentaron que por su edad los adultos mayores que cometen “tan aberrantes” delitos no sean sancionados como se debe.

Además, Laureano, quien fue impulsora de la Ley 700, solicita a las autoridades modificar la norma con penas más fuertes para evitar tanta agresión y maltrato a los animales.

Según las primeras declaraciones del propietario, mató al animal de esa forma porque Jack estaba enfermo. “Pero nada justifica esa forma de maltrato”, aseguró la activista.

Luego, el acusado decidió guardar silencio y ya no dio explicaciones sobre cuáles fueron los móviles que lo llevaron a realizar este cruel hecho.

Sin embargo, Carpio explicó que este delito fue provocado, ya que el dueño del perro, la mañana del domingo, hizo una fosa en su patio para enterrarlo. “Ahora estamos pidiendo que se excave todo su patio para ver si otros perritos también fueron víctimas de este individuo”, sostuvo.

Peñaloza explicó además que existen métodos para una eutanasia piadosa o asistida a los animales. El jurista añadió que cualquier veterinario puede aplicar este método.

¿Qué dicen la norma y los artículos?

Norma La Ley 700 Para la defensa de los animales contra Actos de Crueldad y Maltrato fue promulgada en 2015, por el gobierno de Evo Morales, pero recién en 2020 entró en vigencia, ya que la entonces presidenta Jeanine Añez emitió la reglamentación de la norma.

Artículo 3 Los animales tienen derecho a ser reconocidos como seres vivos, a un ambiente saludable y protegido, a ser protegidos contra todo tipo de violencia, maltrato y crueldad y a ser auxiliados y atendidos.

Artículo 5 El parágrafo 2 de este artículo indica que los propietarios tienen la obligación de asumir una tenencia responsable del animal y de los daños que el animal pueda ocasionar a terceros, de velar por su alimentación y abrigo, no abandonarlo, entre otros.

Condenada por matar a un perro

En septiembre del año 2018, la carnicera Victoria L., de 55 años de edad, que acuchilló a un perro en un mercado de Cochabamba, fue sentenciada a tres años de prisión por el delito de biocidio. La mujer se sometió a un juicio abreviado y reconoció su culpa.

Después de reconocer su culpa, la mujer recobró su libertad porque recibió una pena mínima.

Las autoridades jurisdiccionales consideraron que la carnicera no tiene antecedentes penales y que en definitiva actuó en defensa de su negocio.

Polémico intento de biocidio

En diciembre del año 2019, activistas denunciaron que un perro fue lanzado desde el edificio Handal de La Paz. Los copropietarios del inmueble plantearon, mediante grabaciones de cámaras, que el can se extravió y se cayó accidentalmente. El perrito fue sometido a una cirugía.

Los activistas presentaron una denuncia ante la Policía Forestal Medioambiental (Pofoma) e indicaron que el caso es un intento de biocidio. La Ley 700 para la Defensa de los Animales da una pena por este delito hasta de cinco años de cárcel.

Torturador de Chato fue condenado

En mayo, Carlos A., identificado como el responsable de maltratar y torturar a un perro Husky, fue condenado a tres años de privación de libertad por los delitos de tratos crueles y tentativa de biocidio. Fue sometido a proceso abreviado.

La Asociación Génesis denunció al torturador de “Chato” -como se llama el Husky-, quien ahogó y golpeó al animal en un balde. Los maltratos fueron grabados en video y divulgados en RRSS. Fue rescatado por la Policía y recibió instrucción de formación en el Centro de Adiestramiento de Canes.

Pagina Siete.