Cochabamba sigue aislada: bloqueos persisten en su tercer día con protestas económicas y políticas
- El transporte interdepartamental colapsa mientras sectores evistas y grupos sociales exigen demandas económicas y la habilitación de Evo Morales.
Este miércoles, Cochabamba amaneció aislada por tercer día consecutivo debido a los bloqueos en carreteras, replicados en otros departamentos. Las protestas se dividen en dos frentes: por un lado, sectores sociales reclaman por la crisis económica y el desabastecimiento de combustibles; por otro, simpatizantes del MAS presionan para que Evo Morales sea habilitado en las elecciones generales, pese al fallo constitucional que lo impide.
Según reportes oficiales, existen al menos 20 puntos de bloqueo, concentrados principalmente en Cochabamba. La terminal de buses de La Paz suspendió viajes a Santa Cruz, Cochabamba y Sucre, afectando al 70% del transporte interdepartamental, según Iveliz Asturizaga, directora de la terminal. «La ruta troncal está paralizada, generando un impacto masivo», explicó.
En Cochabamba, la situación es crítica. Las salidas al oriente están cerradas por bloqueos en la carretera nueva, mientras que las protestas se extienden en Puente, Tutimayu, Cruce Epizana y Vacas. Además, las vías alternas, como la carretera antigua a Santa Cruz y la ruta a Sucre, también están cortadas debido a las movilizaciones en Mizque y Aiquile.
A nivel internacional, la ruta El Alto-Desaguadero (frontera con Perú) permaneció bloqueada hasta las 20:00, aunque por motivos distintos: vecinos exigen distribución de combustible y ajustes en los precios de la canasta familiar. En contraste, los bloqueos hacia Copacabana fueron levantados.
Potosí y Chuquisaca no escapan a la tensión. La ABC reportó dos bloqueos en Potosí (Betanzos y la ruta Sucre-Potosí), mientras que en Chuquisaca hay tres puntos cortados y uno en Oruro. Las demandas varían desde reclamos políticos hasta exigencias económicas, reflejando un escenario de creciente conflicto social.
Mientras las autoridades intentan negociar, el país enfrenta un paro parcial de transporte y el riesgo de un mayor desabastecimiento, en medio de una crisis que parece lejos de resolverse.