«Por qué convertir a La Paz en cárcel de quienes no piensan igual al Gobierno»

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José Luis Camacho (76 años), a quien todos conocen como “Papi Camacho”, es un patriarca cruceño que, por su poder económico y su protagonismo en la dirigencia cívica y empresarial, goza de gran influencia en Santa Cruz.

Estos días saltó a las noticias porque fue convocado a declarar a la Fiscalía para responder por un video en el que su hijo, el ahora gobernador de Santa Cruz y que en 2019 fue uno de los líderes de la protesta contra Evo Morales, Luis Fernando Camacho, asegura que su padre cerró con militares y policías para que no salgan a patrullar. Para el MAS, ésa es una prueba del supuesto golpe.

En esta entrevista con Página Siete, Camacho padre explica por qué su hijo dijo lo que dijo, además de denunciar persecución y criticar el manejo económico del gobierno de Luis Arce.

Papi Camacho vivió en la Santa Cruz que sólo tenía calles de arena, que no tenía agua ni luz todo el día y que vivía olvidada “por el centralismo”. Los habitantes de aquella aldea, un buen día de la década de los años 60, según cuenta, decidieron enviar al extranjero a sus mejores cuadros para capacitarlos y para que volvieran a planificar el desarrollo regional.

Camacho es médico veterinario y abogado. En el 72 arrancó con la ganadería y el 76 constituyó una consultora de la que, cuenta con orgullo, salieron muchas de la empresas cruceñas. Comercio, servicios, industria, banca, seguros, entre otros rubros, fueron y siguen siendo los negocios que hicieron de él un hombre millonario. ¿Y a cuánto asciende su patrimonio? No quiere dar números, pero dice que es uno de los que pagó el impuesto a las grandes fortunas.

José Luis Camacho fue dos veces presidente del Comité Pro Santa Cruz, dos veces presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia, y muchas veces dirigente local de diversas instituciones. Entre las luchas libradas, recuerda él, está el primer paro cívico total en contra del gobierno dictatorial de Luis García Meza.

Fueron aquellos años en los que Luis Fernando, el ahora gobernador, siendo un niño correteaba en el patio del Comité Pro Santa Cruz, entidad que luego dirigiría él también. José Luis Camacho está casado con Rosa Geny Cirbian y tiene cinco hijos: José Luis, Javier Marcelo, Luis Fernando, Francisco José y Rosa María. Esta semana, el padre y el hijo gobernador deben declarar en La Paz. Ellos quieren hacerlo en Santa Cruz.

El gobierno de Luis Arce asegura que el éxito de la economía cruceña se debe a su modelo. ¿Qué opina usted?

(Ríe) Pasa que el señor Arce piensa que este país se va a desarrollar con la producción de empresas estatales, todas en ruinas. El aporte del Gobierno central (a Santa Cruz) siempre ha sido obtenido con las demandas y presiones de la institución cívica y los distintos sectores económicos. Ya se ha cultivado esa idea de que si no hacemos nosotros por cuenta propia, va a ser difícil obtener porque no ha habido voluntad del centralismo.

¿Usted diría que hay una diferencia entre Evo y Arce?

En el gobierno de Evo Morales se cometió un crimen político que es lo que están queriendo borrar con el cuento del golpe de Estado. En el momento en que Evo Morales no acató el mandato del 21 de febrero de 2016 cometió un crimen político muy grande porque el pueblo, y eso está establecido por la misma CPE, es el poder constituyente y todo el poder constituido debe depender del poder constituyente. Si un gobernante no acata la CPE está cometiendo un error legal constitucional y político que le invalida ascender a cualquier puesto de gobierno en los próximos años. Ante esa realidad, que no se la puede negar, están buscando la manera de justificar un golpe de Estado. Ningún poder puede ir en contra de la voluntad soberana, el 21 de febrero fue taxativo, enérgico y decisivo. Arce ha aparecido en la candidatura con un discurso conciliador, tranquilizante, de economía próspera; la gente que estaba acobardada de los sectores políticos anteriores apoyó a Arce Catacora, pero lo que hemos visto es una persecución política, eso está menguando y degradando la posibilidad de que la gente tenga confianza en el Gobierno.

¿Usted teme ser detenido?

El temor siempre existe en las personas que están pensando en su seguridad personal, pero si en estos momentos todos bajamos los brazos ante una persecución o abuso, estamos dando lugar y curso a que se incorpore una dictadura, que se está pintando desde el comienzo de este Gobierno, que no está pensando en arreglar la economía, que no está pensando en conciliar, sino en enfrentar, en iniciar juicios.

Ahora está citado a declarar en La Paz. ¿Asistirá?

Con la citación se abre un proceso legal y hay que ser cuidadoso con lo que uno dice porque todo lo usan en contra. Lo que sí es claro que no voy a escaparme a ningún lugar, voy a quedarme aquí en mi patria porque no he cometido ningún delito, soy una víctima más de las persecuciones políticas del Gobierno.

Leí que no vendrá a La Paz por problemas de salud.

Ésa es mi voluntad personal, pero yo la transmito respaldada en los antecedentes legales que me permiten como persona proteger mi salud. Yo no he ido ni a la inauguración de un edificio de una de mis empresas a La Paz, porque estoy prohibido por el médico. Mi voluntad personal es no ir para no afectar mi salud, sería suicida para mí, sabiendo que corro un riesgo. Otra cosa, por qué se tiene que convertir a La Paz en una cárcel de la gente que no piensa igual que el Gobierno, si tenemos autoridades (en Santa Cruz). Me ha citado con un fiscal de Warnes, que de acuerdo a la ley no tenía por qué hacerlo, porque ellos conocen mi domicilio, yo vivo en esta casa desde 1973, he pasado por muchas instituciones empresariales. Mis abogados van a plantear que me tomen la declaración aquí, en mi pueblo, donde tengo mi domicilio legal; lo que me quieran preguntar, no tengo ningún problema de declarar porque estoy con la verdad, y no tengo temor de ninguna naturaleza.
José Luis Camacho (al centro, de blanco), posa con sus hijos.
Foto de la familia Camacho

¿Cómo transcurrió el día que le impidieron viajar al extranjero con su esposa?

Fue una situación muy complicada porque uno siente el abuso y el atropello. Estaba viajando por un tema de salud mío y de mi esposa y este impedimento no sólo fue ilegal sino inhumano; el Gobierno no puede negarnos por razones políticas la libertad de viajar para atender los problemas de salud. Recuerdo que Luis Arce cuando tuvo un problema de salud viajó al exterior, pero ahora su gobierno me niega esa posibilidad.

¿Cuál cree que es el objetivo de estos procesos, en los que se sostiene que hubo un golpe?

La verdad es una sola: no hubo golpe. El MAS pretende cambiar la historia y no lo va a lograr, la verdad siempre se termina imponiendo y aquí hubo un pueblo que luchó contra el fraude y el pueblo nunca es golpista.

Existe un video en el que su hijo Luis Fernando dice que usted arregló con los militares y los policías para que no salgan durante la crisis de 2019. ¿Qué puede decir al respecto? Ésa parece ser la base de la acusación en su contra.

Es una frase que tiene un contexto y de ninguna manera supone ningún delito. Aquí no es un tema de frases, sino de hechos: no hubo golpe, hubo un pueblo que salió a las calles a defender su democracia.

¿Cuál era ese contexto?

Era la preocupación de un padre, de ver a mi hijo expuesto, con una gran cantidad de información que teníamos de que lo iban a matar. Yo le pedí a él que no fuera por su propia seguridad, por sus hijos, por nosotros, pero él había tomado un compromiso en los cabildos, con el pueblo cruceño, para evitar que siga un gobierno dictatorial que no reconocía la voluntad popular. Yo me movía con amigos para que busque dónde asilarse porque sabíamos hasta los nombres de los francotiradores de quienes lo querían matar, pero él no quiso aceptar a la gente que le abrió las puertas de las embajadas, porque dijo que tiene un compromiso con el pueblo. “No voy a huir, me voy a quedar aquí hasta que Evo Morales renuncie”, decía. Pero cuando lo veo a él queriendo intentar ir a proteger a los mineros que venían de Potosí y sabía que había francotiradores, me fui al Comité a buscar la manera de ayudarlo; ahí vinieron militares jubilados, que decían “no se preocupe, doctor, las FFAA no van a tirar balas contra su pueblo, porque tienen una lección dura desde el gobierno de Goni Sánchez; a los comandantes que tiraron contra su pueblo los tienen presos, qué comandante va a querer obedecer órdenes para que le tiren balas a su pueblo”. En ese momento apareció un video de unos aviones que salieron para ir a controlar a los francotiradores y le dije “ya no es necesario que vayas”. Es una decisión de padre, pero lo que salió diciendo el presidente Arce, que yo había pasado maletines para comprar a las FFAA es una tontera, una estupidez.

¿Usted no pagó a nadie?

No, qué voy a pagar. Hace casi 10 años que no voy a La Paz, no conozco a ningún militar, de nombre los conozco por la prensa, yo no tengo contacto, me he dedicado a la vida empresarial, pero nos encontramos con una persecución abierta, descarada, mentirosa; estas cosas se crean para poner humo al fraude que han cometido, todas las cosas son distractivas. La violencia es provocada por ellos.

¿Usted envió una carta a Arce pidiéndole pruebas de ese arreglo, eso significa que lo que dijo su hijo es falso?

Ya le dije, es una frase que tiene un contexto muy simple y no se refiere a ningún acto doloso o delictivo. Y como le digo, el Gobierno tiene el deber de mostrar pruebas reales de lo que nos acusan. Pero esas pruebas no hay porque, como le dije, no hubo golpe.

¿Cómo tomó el hecho de que su hijo Luis Fernando haya optado por la dirigencia cívica y la política?

Bueno, es una decisión personal que yo he apoyado. Es un honor ser un dirigente cívico y representar a nuestro departamento. El civismo en Santa Cruz es una escuela política y siempre respaldé a Luis Fernando en su rol de cívico y hoy de gobernador.

¿Qué falta para que Santa Cruz consiga liderazgo nacional en la política?

Supongo que falta un poco de tiempo. Lograr el liderazgo económico fue una tarea de décadas y llegará el momento en que le toque a Santa Cruz dirigir los destinos del país. Hay una generación de jóvenes que ya tomaron el relevo en varias áreas de la vida económica y política de nuestro departamento y algún momento tendremos un presidente cruceño, hacia ese lado se inclina la historia.

¿Cuál es su opinión de los sucesos del 24 de septiembre, en torno a la wiphala y la presencia de Choquehuanca?

Creo que el Gobierno se equivocó al izar la wiphala rompiendo el protocolo y la agenda. Fue un acto de imposición innecesario porque si bien logró algunos titulares en los medios, en Santa Cruz fue un acto rechazado. El MAS no ha aprendido la lección: Santa Cruz y los cruceños nunca nos doblegamos ante las imposiciones y no nos gusta que nos falten el respeto.

Pero ahora se iniciarán procesos penales también por este tema.

La información que tengo es que el protocolo del Gobierno central conversó con el del gobierno departamental y se estableció que se iban a subir sólo la bandera boliviana y la cruceña; fue una falta de respeto que saque el Vicepresidente la bandera y la ponga encima de la bandera nacional. La bandera esa representa a los departamentos andinos, pero los departamentos de tierras bajas tienen otra representación indígena, que es el patujú, que también se la tiene que respetar, como se tiene que respetar la wiphala. Pero la ley de 2010 dice que la wiphala se tiene que izar en los edificios del Gobierno central, ¿dónde dice que en los gobiernos departamentales?. Lo que se ha hecho es bajar la bandera, se la dobló y se la entregó a un oficial del Ejército, con el respeto que merece.

¿Cómo ve el manejo económico de parte del Gobierno?

La economía ha crecido, pero como efecto rebote de la depresión que tuvimos por el confinamiento y la paralización de las actividades económicas durante meses por la pandemia. Pero Luis Arce no ha presentado un plan serio de reactivación económica, todos son soluciones parches, coyunturales.

Pagina Siete