Critican inacción de la Policía en 3 recientes conflictos políticos

En tres conflictos de tinte político que hubo a lo largo de una semana, la población criticó el papel que tuvo la Policía Boliviana, pues su accionar fue tibio o simplemente no actuó para contener la violencia que se desarrolló en las calles.

En contrapartida, hubo un fuerte operativo policial cuando trasladaron a Maximiliano Dávila, exjefe antidroga acusado de narcotráfico, desde el penal de San Pedro hasta el Hospital del Tórax, el pasado 16 de febrero.

Prensa Libre

1 El jueves 17 de febrero, un juez determinó conceder a la expresidenta Jeanine Añez una acción de libertad y ordenó su traslado del penal de Miraflores al Hospital de Clínicas, debido a su delicado estado de salud.

Esta determinación no se hizo efectiva ni ese día ni al día siguiente, el viernes 18 de febrero. Esa mañana, mientras unas cuantas personas hacían vigilia en la cárcel, llegaron decenas de personas, entre funcionarios y afines al Movimiento Al Socialismo (MAS) y de forma violenta impidieron la salida de la expresidenta y quemaron una carpa que permanecía días afuera del centro de reclusión.

¿La Policía? Al principio había unos 10 efectivos en la puerta de la cárcel, pero cuando llegaron los grupos de choque del MAS los uniformados fueron rebasados. Según testigos que estuvieron en el lugar, mientras esperaban que lleguen refuerzos policiales, los manifestantes del MAS tomaron la carpa, subieron unos metros y la quemaron, después lanzaron huevos a quienes salieron en defensa de Añez y otros agredieron a su hija, Carolina Ribera, en la calle.

En las imágenes que muestran los canales de televisión, en estos tres actos violentos no se veía actuar a la Policía. Los refuerzos llegaron minutos después, cuando ya todo estaba destrozado.

Los uniformados formaron una fila que dividía a quienes apoyaban a la exmandataria y a los grupos del partido de Gobierno; sin embargo, ya era tarde, ya había personas agredidas y destrozos en la calle.

2 El lunes 21 de febrero se registraron conflictos en la plaza Abaroa de La Paz, en los alrededores del Tribunal Supremo Electoral (TSE). Plataformas ciudadanas y otros grupos llegaron hasta el lugar para hacer una vigilia y conmemorar seis años del resultado del referendo en el cual ganó el “No” a una reelección presidencial.

Grupos de choque del MAS otra vez se organizaron y aplacaron cualquier intento de manifestación en la mañana. Hubo insultos y amagues de agresiones físicas. Hasta ese momento no llegaba la Policía.

Para la noche estaba previsto un acto en la plaza Abaroa donde los representantes de las plataformas ciudadanas iban a dirigirse a la población por el 21F, pero de nuevo los grupos del MAS llegaron a la plaza Abaroa y actuaron con más violencia.

Las transmisiones por las redes sociales mostraban que la plaza y la calle Sánchez Lima se convirtieron en un campo de agresiones. Los afines al MAS propinaron puntapiés y puñetazos al bando contrario, llegaron con petardos y destrozaron banderas del 21F.

¿La Policía? no había ni un efectivo policial. Pasadas las 22:30 llegó una camioneta que estacionó tímidamente en la puerta del TSE, de ahí bajaron tres efectivos que cruzaron a la plaza y no sabían qué hacer frente a la cantidad de manifestantes que había.

Uno de ellos se comunicó por radio mientras seguían las agresiones. Minutos después llegaron unos siete efectivos más, pero ya había personas lesionadas y también destrozos.

3 La Federación de Juntas Vecinales (Fejuve) afín al MAS bloqueó el ingreso al relleno sanitario Sak’a Chura desde el lunes 21 de febrero. La medida duró tres días, en los cuales la presencia policial fue escasa. El alcalde Iván Arias denunció que los efectivos, en vez de desbloquear la ruta de los camiones basureros, “protegieron” la segunda noche a los bloqueadores e impidieron el ingreso de los motorizados al relleno. Los otros días de bloqueo la Policía estuvo ausente.

“No podemos seguir estando en indefensión. Nos pueden golpear, nos pueden patear y la Policía brilla por su ausencia”, reclamó una mujer que llegó el 18 de febrero hasta el penal de Miraflores para acompañar a la expresidenta Jeanine Añez.

Estos tres conflictos se contrastan con lo que ocurrió el 16 de febrero, cuando se montó un fuerte operativo policial para trasladar al exjefe antidroga desde la cárcel de San Pedro hasta el Hospital del Tórax.

Decenas de efectivos llegaron en varios vehículos hasta el centro de salud; de uno de ellos bajó Dávila y mientras se hacía atender, los uniformados, algunos armados, formaron un grueso cordón de seguridad. La gente criticó el accionar de la Policía, pues esos minutos hubo un estricto control a las personas que pasaban por el lugar.

Pagina Siete.