Miembros de la Policía Boliviana afirmaron que la investigación de los vínculos del coronel Maximiliano Dávila con el narcotráfico tiene que ampliarse hacia los policías que son parte del grupo conocido como “tíos cochalas”, quienes trabajaron junto a Dávila en la dirección nacional de Inteligencia en 2018 y la dirección general de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn) en 2019.
Por su lado, legisladores y expertos sostienen que la investigación también debe abarcar a los niveles políticos, debido a que Dávila fue designado en esas direcciones nacionales por medio de un “padrinazgo”.
El exjefe policial, detenido en San Pedro y con solicitud de extradición a Estados Unidos (EEUU), ocupó cargos que correspondían a oficiales superiores y con más antigüedad.
“Dávila, sin que le corresponda, fue director nacional de Inteligencia en 2018, nombrado por (el exministro de Gobierno) Carlos Romero y Evo Morales. En ese cargo se maneja toda la información que llega a nivel nacional, ya sea sobre hechos delincuenciales, de carácter político, social e institucional o toda información que atente contra la seguridad interna”, explicó el excomandante departamental de Cochabamba coronel en retiro Rolando Montaño.
Para el oficial de la promoción 87 de la Anapol, Dávila gozó de un “padrinazgo” pues, a pesar de tener dos años menos de antigüedad, fue puesto en el cargo.
“Era todo un problema que oficiales más antiguos den parte a un ‘mono’. Esto se lo reclamaron al comandante general, Alfonso Mendoza (2018), pero él dijo que eran órdenes superiores, políticas”, recordó Montaño.
Sobre este punto, ayer el exministro Romero deslindó responsabilidad sobre la designación de Dávila en esos cargos y los vínculos con el narcotráfico. “(El nombramiento de Dávila) fue sugerido por el comando nacional y no tenía denuncia o nada que se le parezca hasta ese momento. La designación de Dávila no es designación política, no es un amigo, no lo conocíamos antes, lo hemos visto trabajando en la Policía Boliviana y ha sido designado igual que cualquier otro director con una orden de destino nacional”, señaló.
El exrepresentante del Centro de Jubilados de la Policía Boliviana, René Calla, desmintió la versión de Romero y aseguró que desde que el MAS asumió el poder “se rompió la institucionalidad” y que las órdenes de destinos, firmadas por los comandantes de turno, son cambiadas cuando llegan al poder político.
Otro oficial de la Felcn, que pidió no identificarse, señaló que en “los informes de 2021 entregados a la Fiscalía ya mencionaban a Dávila involucrado con narcos detenidos en Colombia. La investigación interna individualizó a al menos cinco de estos “tíos cochalas” que eran del grupo de Dávila, pero extrañamente no los convocan ni a declarar”, cuestionó.
El mismo oficial sostiene que en esta gestión se designó a los peores de la promoción 89 y 90 para ocupar comandos departamentales.
Estructura policial
Investigación El experto militar en retiro y abogado constitucionalista Jorge Santistevan señaló que para investigar los nexos de Maximiliano Dávila con el narcotráfico en Bolivia, lo primero que se debe tener es una comisión de fiscales y jueces independientes del poder político, pues por los indicios arrojados en la investigación de la DEA, la responsabilidad penal se extiende hasta niveles de gobierno desde la gestión 2018.
Mandos Santistevan considera que la Fiscalía debe convocar a declarar a los exdirectores departamentales de Fuerza Especial de Lucha Contra Narcotráfico de 2018 y 2019, además del estado mayor de oficiales que fueronde las direcciones que manejó Dávila.
Página Siete