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Fede Morón: “Johnny ha perdido a la ciudadanía en tiempo récord, hay viento de revocatorio”

Fede Morón tiene un gran sillón gris en su sala de estar, acolchado y suave por delante, raído a arañazos de gatos por detrás. “Tengo mi esquina, como Sheldon”, dice mientras se acomoda para la entrevista. No le gusta que le encasillen como liberal, de izquierdas, de derechas o militante partidario, pero en cambio se cuelga las etiquetas de publicista, activista ciudadano, divulgador y “papá luchón”.

Tiene un cargo oficial como concejal suplente por Comunidad Autonómica en el Concejo Municipal de Santa Cruz de la Sierra. Allí percibe un sueldo de 3.900 bolivianos por participar en dos sesiones al mes, dice, pero afirma que su labor fiscalizadora es a tiempo completo con pedidos de información al ejecutivo edil, su actividad de divulgación por Facebook, sus visitas a zonas, audiencias con la ciudadanía y sus denuncias documentadas por casos de corrupción y atentados al medioambiente.

Sus detractores no le señalan justamente su labor en el Concejo, sino sus modos y personalidad. “Hasta a veces me han criticado porque he usado un barbijo del Joker o porque uso polera en los actos cívicos, polera con saco, o chapulines. Yo les llamo los opasolemnes, que creen que la solemnidad es más importante que la gestión, que los principios, que la credibilidad, que debería ser la moneda de cambio más importante de un servidor público”, dice.
Fede Morón en entrevista con Página Siete en su domicilio.
Foto: Malkya Tudela/Página Siete

¿Es Fede Morón un liberal?

No quiero encasillarme en ninguna ideología más que en la protección de nuestros bienes comunes, hacer el ejercicio del sentido común. Si hablamos de prioridades ciudadanas, no importa ser de izquierda o ser de derecha, necesitamos aire para respirar y eso implica que cuidemos todos el medioambiente. Yo digo que soy un ciudadano en el Concejo y soy independiente porque no tengo militancia en ningún partido político.

Pero cuando usted habla de su labor en el Concejo dice “nosotros llegamos con la posición: No fue golpe, fue fraude”, eso implica una coordinación con sus compañeros en CC…

Cuando coordinamos podemos discutir, disentir, podemos coincidir y finalmente tener algo como equipo. En muchos casos en la política, la militancia implica hacer sí o sí la orden de arriba; esa jerarquización de la política en contra de tus principios no debe doblegarte. Yo puedo hasta cierto punto decir no coincido con la bancada y yo voy a salir con mi tiro. Yo voy a decir a la ciudadanía lo que pienso. Si me quitaban esa libertad, yo no iba a ningún lado porque mi sueño de ser concejal era cambiar la realidad de mi ciudad. Me di cuenta que en el activismo hemos logrado muchísimas cosas en casi 15 años, pero los tiempos se pueden acelerar mucho más estando dentro.

¿Y funciona?

Las respuestas ahora como concejal me las tienen que dar (desde el ejecutivo municipal), antes pedía cosas y tardaban dos años o tres años. Ahora me las deberían mandar en 15 días, me voltean y todo, pero me las terminan dando y con eso estoy metiendo denuncias. Mañana voy a meter una denuncia a la Fiscalía que he trabajado años. Por más que el sistema está absolutamente, no sólo en contra mía, sino en contra de nuestra bancada, estamos de frente porque, hemos dicho, nos han ganado con fraude. El MAS le está haciendo el enganche a la UCS porque ha ganado con fraude.

¿No hay sujeciones dentro del sistema que no le dejan hacer cosas?

Es que todo el sistema está hecho para eso justamente: para que la misma burocracia, los poderes del Estado, las influencias partidarias, y todo, te atrapen y te dejen con las manos atadas. Pero yo soy publicista, yo trabajo la creatividad, y en la política creo que con creatividad y con el aliado de las redes sociales y el empoderamiento ciudadano se puede lograr cosas que el sistema no te dejaba antes. Yo tengo una denuncia, la comparto y la indignación de la gente hace que el medio (prensa) tenga que cubrir la noticia. Ya está recibiendo plata en publicidad para no cubrirla, entonces se hace avanzar el hámster herido de la justicia pero con variables muy nuevas. Ellos tienen también guerreros digitales y equipos increíbles para desviar la atención mediática; es una batalla que ha entrado en otro nivel, hay nuevas variables y se puede lograr cosas.

Johnny, el alcalde

Fede Morón aplica también sus dotes de publicista dentro de sus cuatro paredes. Su gato más gordo, desvalido y menesteroso de caricias lleva un nombre temerario: Chicote del Infierno. Pero parece que sus decenas de juguetes y “tesoros” de la cultura pop, expuestos en repisas y estantes en su modesto departamento, no le ayudaron a nombrar a sus otros dos gatos, también rescatados, Manchita y Chiquitín.

De vez en cuando un felino se cuela en alguno de los videos que emite varias veces a la semana por Facebook para explicar “en facilito” distintos problemas del municipio.

El contenido que llega vía redes sociales es principalmente para la clase media; los cambios en el país suelen venir de grandes movilizaciones de sectores populares…

Yo no creo que las redes sociales solamente lleguen a las clases medias, creo que más bien la fuerza de las redes sociales está en las clases más populares, sólo que no tienen el mismo tiempo que la clase media para salir a protestar y ejercer ese empute que está horizontalmente en todos lados. Como concejales, en nuestras audiencias vemos que la mayoría de casos se puede solucionar cuando existe la organización de la ciudadanía. Pero ahí está el uso partidario de estos sectores. Para describir lo que está sucediendo en Santa Cruz, Johnny ha perdido a la ciudadanía en un tiempo récord. La temperatura de las encuestas lo pone en un mal lugar en términos de aceptación. Hay una temperatura de revocatorio… Hay una percepción de que ha entrado a hacer las cosas como las sabía hacer nomás: Ha agarrado el sector movilizado de los transportistas, no a favor de nuestra convivencia ciudadana, sino dándoles la posibilidad de que ellos administren nuestro transporte público (…). Y no es que esté en contra de los transportistas ni de los gremialistas, pero el uso de los sectores populares es, como siempre, de acarreo. Es una vergüenza.

Pero no se puede juzgar a Johnny por su visión porque no hay una visión de ciudad. Históricamente Santa Cruz ha tenido planificación y lo podemos ver desde el Plan Techint, lo técnico guiaba lo político. Desde Percy Fernández hasta Johnny Fernández, lo político está por encima de lo técnico. Lo político está por encima de la planificación y principalmente el negocio está por encima de la ciudad. Y no es negocio para la ciudad, es negocio para unos cuantos.

Entonces nuestro cordón ecológico corre riesgo, nuestras áreas verdes corren riesgo, nuestras pocas áreas naturales protegidas dentro del área urbana y nuestros acuíferos corren riesgo por el negocio. Estamos realmente acorralados por un sistema que sabe cómo funcionar y que tiene los mismos actores.

Desde el activismo

Fede Morón dice que su labor de fiscalización y enfrentarse a los poderes económicos fuertes, “mafias literalmente”, le ha valido amenazas, complicaciones con su familia, campañas para meterle miedo. Pero eso ya venía desde su activismo: “Cuando hablaban con mis clientes, mis cuentas, en mi agencia y los amenazaban a ellos para que terminen conmigo”, explica.

¿Es difícil tener una posición así en el contexto de una sociedad bastante conservadora, donde además se mezclan política y religión?

Muchísimo, muchísimo, pero es que yo no hago mi batalla de que la religión no debería mezclarse con la política, porque también es muy cultural y genera mucho anticuerpo. Muy rápidamente te tachan, te anulan. Entonces dejan de escuchar y uno tiene mucho que decir, entonces hay que tratar inclusive estos temas de manera política para hacer entender a las personas que no estamos en contra de la religión de nadie, ni contra la fe. Sí, he tenido problemas por mi manera de vestir y por enfrentarme a los fanatismos políticos, al ser yo activista, al no ser de izquierda ni de derecha, al haber salido de la ciudadanía. Yo no tengo problema en decir al logiero o al presidente del Comité Cívico, que sí nos representó en los 21 días, sus verdades en la cara. Decirle a Luis Fernando Camacho cómo podía pelear por la democracia cuando se lo estaba financiando Angélica Sosa en Santa Cruz o tenía de asesor a Wálter Chávez; ahora ya la gente más o menos ha dilucidado, pero era diferente en ese momento.

Me han insultado de todas las maneras posibles, la misma gente con la que yo peleé los 21 días por la democracia (paro cívico de 2019), porque nuestros liderazgos, de este lado del oriente, traicionaron la lucha por intereses personales y por seguir trabajando junto al MAS. Por eso tenemos a Santa Cruz Para Todos que era el socio del MAS y UCS era el colgandijo, ahora que se fue Santa Cruz Para Todos, ya está en Palmasola (Ángelica Sosa), pero tenemos a UCS y Santa Cruz Para Todos sigue teniendo poder dentro de la Gobernación y del municipio.

Olfateando los hechos de corrupción
En su rol de activista ciudadano, Fede Morón aprovechó la indignación del escándalo causado por la medalla presidencial, perdida en un lenocinio de El Alto, en el año 2018, para hacer pública una denuncia que venía macerando: la compra de bandas municipales para las autoridades electas a 1.400 bolivianos cada una en el municipio de Santa Cruz de la Sierra.

Ve esa experiencia no sólo como una actividad fiscalizadora, sino como un acierto de lectura de la coyuntura. Pero en su labor de concejal, a veces la cuesta se hace empinada.

En febrero pasado, Morón presentó documentos ante la Fiscalía de un hecho que podría haber afectado al municipio de Santa Cruz de la Sierra en 300 millones de bolivianos o más. La idea era que el Ministerio Público inicie una investigación de oficio. Pero eso no sucedió.

El pasado 22 de marzo, la bancada de Comunidad Ciudadana presentó la denuncia de este hecho ocurrido en la antigua Secretaría Municipal de Recaudaciones, hoy Secretaría de Administración Tributaria. Según dicen, la política de aplicar perdonazos en el cobro de impuestos atrajo a los usuarios interesados en regularizar su situación. Pero cuando un ciudadano se acercaba a pagar, “era como atraer a los peces, y a los más gordos”; se les ofrecía descuentos ilegales.

“Estoy hablando de la posibilidad de borrar tus multas” de forma ilegal, apunta Morón, supuestamente a cambio de pagos mucho menores a los legales incluso con perdonazos.

El seguimiento, fiscalización y aporte a esclarecer los casos de corrupción de la gestión pasada parece no tener fin, mientras que a la vez hay amenazas al medioambiente que aparecen en distintos puntos de la ciudad.

Vestido con una polera gastada de Rick y Monty, el concejal Fede Morón hizo una transmisión en vivo por su página de Facebook el pasado jueves para denunciar que el presidente de Concejo Municipal acababa de suspender la sesión en la que debía promulgar la ley para fiscalizar los contratos de hasta 30 millones de bolivianos.

Ésa es otra batalla que sigue abierta.
Morón es publicista, activista y concejal suplente.

HOJA DE VIDA

Vida Rubén Federico Morón Encinas nació en 1983 en Santa Cruz, de padre vallegrandino y madre cochabambina.Activista Fundador de: Revolución Jigote, creador Ríos de Pie.
Ocupación Es publicista y concejal suplente de Santa Cruz, por Comunidad Autonómica.

Fuente: Pagina Siete

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