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Victoria, vecina de Las Nieves: «He vivido 67 años en esta casa»

Victoria Díaz no conoció más hogar que la casa que heredó de sus abuelos, en la zona Las Nieves, en la final de la avenida Buenos Aires. Pasó su niñez con sus cinco hermanos y crió a sus cuatro hijos en esa vivienda. El miércoles, por primera vez en sus 67 años de vida, se vio obligada a dejar su casa por daños en la estructura y riesgo de colapso porque su vecino hizo movimientos de tierra ilegalmente.

“Vivo en esta casa desde que nací y nunca sucedió una situación igual. Estoy muy desanimada. Me dijeron que se puede arreglar, pero tengo miedo porque la casa está totalmente deteriorada”, dijo ayer a Página Siete Victoria, mientras estaba sentada en la puerta de su vivienda.

La casa colindante a su inmueble era antes una construcción de adobe de una sola planta. No respetaba los límites y su frontis ocupaba la acera. El dueño vendió la vivienda a una mujer que decidió construir su nuevo hogar “de pisos”, según Victoria. Ella derrumbó la antigua estructura y con un tractor comenzó a sacar la tierra sin hacer caso a los reclamos y quejas de los vecinos.

“Las rajaduras comenzaron hace un mes, justo cuando entró el tractor”, contó Victoria. El miércoles al mediodía -cuando la maquinaria estaba en pleno trabajo- las grietas se abrieron abruptamente. Varios de los vidrios de las casas contiguas reventaron, las puertas crujieron y algunas se trancaron y no se volvieron a abrir más.

“Nunca pensamos que una situación así pudiera suceder en nuestra propia casa”, dijo Victoria y contó que sus gradas se partieron por la mitad.

Victoria nació en 1954, desde entonces vivió en ese inmueble junto a sus cinco hermanos. “La casa era de mis abuelos y luego fue heredada a mis padres. Ellos la construyeron y yo hice algunos arreglos. Cuando fuimos mayores decidí comprar la vivienda a mis hermanos por el cariño que le tengo. Aquí tuve a mis cuatro hijos y ahora tienen 30, 35, 40 y 42 años. Dos se casaron y sus parejas se vinieron a vivir con nosotros”, relató la afligida mujer.

En los últimos días, al ver los movimientos de tierra sin autorización en uno de los terrenos, todos salieron a detener los trabajos y los obreros se fueron de inmediato igual que la propietaria causante del problema.

“Vinieron los funcionarios de la Alcaldía y nos pidieron que desalojemos nuestra casa porque estaríamos en riesgo. Por eso salí, después de 67 años, de mi casa”, contó.

María, una de las hijas de Victoria, dijo que su casa fue “la más afectada”. “Las rajaduras son grandes y si se derrumba (mi vivienda), podría jalar a más inmuebles”, comentó y aseguró que está muy triste por su mascota, Balú, un perro negro de gran tamaño que “nunca” salió de su casa por miedo.

“Es la primera vez que salgo de casa a la calle. Tratamos de controlarlo. No está acostumbrado a gente extraña y por eso está muy nervioso”, explicó.

El miércoles por la noche, con equipamiento, la Alcaldía rellenó nuevamente el hueco que dejó la maquinaria pesada creando una “cuña pasiva” para evitar que el resto de las viviendas se sigan deslizando.

El alcalde Iván Arias visitó ayer el lugar y dijo que estos trabajos permitieron contener el deslizamiento “más de lo que podía ser”. “Se ha trabajado toda la noche porque hay agua que está filtrando, la tierra sólo se movió cinco milímetros. Los puntales externos de madera y de fierro sujetaron un poco dentro de la desgracia”, aseguró.

Las 18 familias desalojadas, de los seis inmuebles afectados, presentarán una denuncia penal contra la propietaria del inmueble infractor. La Alcaldía se sumará a este proceso legal.

Pagina Siete.