FmBolivia
Noticias de Bolivia y el mundo

Luis Arce cambia al Alto Mando y pide a militares entregarse a la justicia

En 11 meses de gobierno, el presidente Luis Arce Catacora cambió tres veces a los miembros del Alto Mando Militar de las Fuerzas Armadas (FFAA) con el pedido reiterativo de disciplina, subordinación y honor. Ayer, en un nuevo acto de posesión, pidió a los militares implicados en los hechos de de noviembre 2019, entregarse a la justicia boliviana.

Arce posesionó este lunes a tres autoridades que formarán parte del nuevo Alto Mando Militar: Augusto García es el nuevo comandante en jefe accidental de las Fuerzas Armadas (FFAA); Teófilo Medina ejercerá como jefe del Estado Mayor Accidental; y Francis Enfraín Frank es el nuevo comandante general accidental de la Armada Boliviana.

En el acto, el mandatario hizo dos recomendaciones a los uniformados: “En primer lugar, no es posible que el militar vaya a descuidar sus deberes y su disciplina por un momento de esparcimiento social; y en segundo lugar, cuando el militar sea convocado para responder por hechos relacionados, como los sucesos trágicos y luctuosos de 2019 y 2020, por un principio moral con el honor castrense, el militar debe allanarse como cualquier ciudadano común y corriente, para defenderse ante la justicia desde el llano y sin hacer valer ningún cargo o nombramiento”.

El Presidente remarcó en su discurso la importancia de que los militares cumplan con la subordinación y la disciplina en el ejercicio de sus funciones, sin transgredir las normas de la institución ni las leyes del país.

Dijo que la subordinación y la disciplina son la columna vertebral de la institución armada, además del honor. “El militar es un ser consciente y honorable, y no un peón al servicio de intereses personales o grupales”, apuntó.

Recalcó que, si no hubiera la subordinación y la disciplina, entonces reinaría el caos y la incertidumbre en el Estado, y “los poderes más oscuros pueden hacerse del Gobierno”.

Señaló que en noviembre de 2019 y en 2020 se vivió esa situación, cuando se produjo el “quiebre arbitrario” del orden constitucional y hubo hechos luctuosos, a causa de “malos” militares que participaron en el “golpe de Estado”.

“La institución puede tener fallas, pero no es de ninguna manera aceptable que un miembro de la misma cometa delitos y continúe su vida militar impunemente. Aceptar esto sería una contradicción con el espíritu mismo de las FFAA en nuestro país”, manifestó el mandatario.

Y agregó: “No podemos ignorar la exigencia de justicia de compatriotas que fueron duramente reprimidos por malos militares al servicio de autoridades ilegítimas. Ahora la justicia se encargará de ellos y exhortamos al Órgano Judicial a actuar con celeridad”.
El jefe de las FFAA, Augusto García, y el presidente Luis Arce.
Foto: APG

A su turno, el nuevo comandante de las FFAA, Augusto García, dijo que seguirá la visión de Arce y aseguró que hubo un “quebrantamiento” de la Constitución Política del Estado en 2019. Se comprometió a que la institución militar cooperará con la justicia.

“Somos la garantía de la unidad e integridad de los bolivianos, cuyo esfuerzo principal está orientado a contribuir de manera decidida y efectiva en la implementación de las diferentes políticas y líneas estratégicas trazadas a partir de la visión y compromiso de nuestro capitán general de las FFAA”, refirió.

Dijo que en su gestión se garantizará la estabilidad del Gobierno y se cooperará en temas de desarrollo para el país.

Además, el jefe militar hizo mención al informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI-Bolivia), instancia que detalló los hechos de violencia y vulneración de derechos ocurridos en el país, entre el 1 de septiembre y el 31 de diciembre de 2019.

García indicó que en ese informe se identificó la participación de los miembros de las FFAA en hechos luctuosos; por eso -sostuvo-, tendrán que asumir defensa ante la justicia.

“Las FFAA colaborarán con la justicia, de acuerdo a nuestras leyes, reglamentos y normas, ya que estas acciones quebrantaron la Constitución Política del Estado y la Ley Orgánica de las FFAA al asumir acciones de carácter intuito personal”, refirió García.

Remarcó que impulsará el fortalecimiento de la disciplina institucional, porque se constituye en un pilar fundamental para inculcar el amor a la patria y el respeto a los símbolos patrios.

Finalmente, el jefe militar dijo que desde las FFAA se seguirá apoyando las políticas de Estado como la lucha contra el narcotráfico y la erradicación de la coca excedentaria. Anunció que se fortalecerán las políticas y estrategias para enfrentar el contrabando.

Cinco comandantes en 2 años

De noviembre de 2019 a la fecha, cinco comandantes diferentes estuvieron al frente de las Fuerzas Armadas: Williams Kaliman, Sergio Orellana, Jaime Zabala Saldías, César Vallejos y ahora Augusto García.

Kaliman fue nombrado durante la última gestión de gobierno de Evo Morales. El ahora ex jefe militar culminó su gestión en noviembre de 2019, después de que, en una conferencia de prensa, dio lectura a un comunicado para “sugerir” la renuncia del entonces mandatario para frenar la situación de violencia y lograr la pacificación, ante la crisis que se vivía en aquel momento.

A raíz de esa situación, Kaliman y los miembros de su Alto Mando fueron procesados por el supuesto “golpe de Estado”.

El excomandante, al igual que el ex inspector general de las FFAA, general Jorge Elmer Fernández, están prófugos de la justicia y pesa sobre ellos órdenes de aprehensión. Recientemente, Kaliman fue imputado por el caso “golpe”.

En cambio, el exjefe de Estado Mayor, almirante Flavio Arce San Martin; el excomandante del Ejército, general Jorge Pastor Mendieta; el excomandante de la Fuerza Aérea Boliviana, general Jorge Gonzalo Terceros; y el excomandante de la Armada Boliviana, almirante Gonzalo Jarjuri Rada están detenidos preventivamente en diferentes cárceles del país por el denominado caso “golpe”.

Kaliman fue relevado en el cargo por Sergio Orellana, quien fue posesionado por la entonces presidenta Jeanine Añez.

Orellana estuvo al frente de las FFAA en todo el período del gobierno transitorio. Posteriormente, fue denunciado por el caso “golpe de Estado” y por las muertes registradas en Senkata (El Alto) y Sacaba (Cochabamba), en noviembre de 2019.

El ex jefe militar también está prófugo de la justicia y pesan sobre él varias órdenes de aprehensión. Fue imputado este año por el caso Senkata; la Fiscalía presume que el sindicado tenía conocimiento de los planes operativos y autorizó el uso de armas, sabiendo de las consecuencias que tendría ese situación durante los días de conflicto en 2019.

Después de Orellana, asumió el mando de la institución militar Jaime Zabala, quien fue designado por el presidente Luis Arce el 16 de noviembre de 2020.

Zabala estuvo poco tiempo en el cargo. Fue reemplazado por César Vallejos el 29 de diciembre de ese mismo año. Arce encomendó a Vallejos “continuar con la reconstrucción de la confianza entre las FFAA y el pueblo”.

Nueve meses más tarde, Vallejos fue sustituido por el ahora comandante de las FFAA, Augusto García, quien era anteriormente jefe del Estado Mayor.

Otros procesados

En el gobierno de Luis Arce también se iniciaron procesos a otros efectivos militares subalternos, involucrados en las muertes registradas en Senkata y Sacaba, en 2019.

Entre ellos se puede mencionar al coronel del Ejército, Julio César Tamayo; el exdirector de la Agencia Nacional de Hidrocarburos, Luis Fernando Valverde; el excomandante de la División Mecanizada del Ejército, Franko Suárez Gonzales; el ex comandante general del Ejército, Iván Patricio Inchauste; el exjefe de Estado Mayor de las FFAA, Pablo Arturo Guerra; Franz Vargas, militar que formaría parte de un grupo de élite; el excomandante de la Guarnición Militar de Cochabamba, Alfredo Cuéllar; excomandante de la Armada Boliviana, Moisés Orlando Mejía; y el coronel del Ejército, Luis Alberto Pacheco.

“No es de ninguna manera aceptable que un miembro de las FFAA cometa delitos y continúe su vida militar impunemente”.

Presidente Luis Arce Catacora

Pagina Siete