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Mueren más de la mitad de peces de la laguna del Jardín japonés

Un par de pececillos muertos la semana pasada en la laguna no despertaron la alerta a los trabajadores del Jardín japonés. Pero, el domingo, ellos quedaron sorprendidos cuando vieron a más de la mitad de los peces sin ningún signo vital.

30 de los aproximadamente 50 peces que viven en esta laguna murieron, presumiblemente por la contaminación del agua, durante el último evento social que se desarrolló en este sitio: el Omatsuri. Los sobrevivientes, según Emaverde, serán trasladados a la laguna de Cota Cota.

“El domingo se llevó a cabo el Omatsuri, que es una festividad japonesa de la primavera en el Jardín japonés. Es realizada cada año por la sociedad japonesa. Evidentemente se presentó una muerte colectiva de los peces. Estamos en investigación para saber qué pasó en el lugar, posiblemente echaron algo o arrojaron algo a la laguna”, dijo Rodrigo Layme, gerente de parques espacios y jardines.

Layme detalló que la muerte masiva de peces ocurrió el domingo y se realizará una investigación para saber las causantes del problema. Mientras tanto, este humedal luce turbio, con varios peces flotando en las orillas, muchos nadan lentamente.

Como acción inmediata, Emaverde evacuó a los peces sobrevivientes a dos lagunas. “Tenemos dos lugares a los que los llevaremos: Cota Cota y La Florida. Con un análisis de agua veremos cuál es el factor determinante”, dijo Layme.

Para Virginia Gonzales, una de las funcionarias que trabaja en el lugar, la laguna no luce muy diferente en comparación a las rutinas habituales. “El viernes recogimos dos peces”, indicó. Pero ese no fue un número llamativo. Ella, como funcionaria, da recomendaciones a los visitantes antes de ingresar a ese espacio verde. La principal sugerencia es tener cuidado con los peces, los gansos y las plantas.

Layme recomendó cuidar los cuerpos de agua y “no botar basura”. “Es porque causan reacciones que nosotros no calculamos, tenemos problemas con las mascotas. Recordar que es un espacio de educación ciudadana”, sostuvo.

Cecilia Tapia, ingeniera ambiental, explicó que se puede observar que el agua de la laguna del Jardín japonés carece de oxígeno, que es un elemento esencial para la vida de los peces. “Por las características visuales del color del agua, se puede ver exceso de nutrientes, principalmente nitrógeno y fósforo, lo que provoca crecimiento de algas; al no haber mucho oxígeno se impide el paso de la luz solar para procesos de fotosíntesis”, dijo.

Tapia explicó que la muerte de los peces refleja la mala calidad del agua, pues son animales bioindicadores. Recomendó, como tarea principal, hacer un análisis de oxígeno disuelto, DBO y otros posibles parámetros que puedan mostrar el nivel de contaminación.

Según la Alcaldía, la muerte de los peces en el Jardín japonés se debió al incremento de dióxido de carbono en el agua y se inició una indagación sobre las causas que llevaron a este incremento.

El director de Empresas, Martín Fabbri, dijo anoche en un comunicado que el agua del Jardín japonés se cambia con regularidad, de acuerdo con un informe emitido por Emaverde.

Punto de vista
Cecilia Tapia Ingeniera ambiental

“El agua ya estaba en mal estado”

Entre las recomendaciones, primero para quienes están encargados de mantenimiento, se deberían hacer periódicamente monitoreos de calidad del agua, el hecho de que el agua esté en ese estado y con ese color no es actual. Puede existir algún contaminante reciente, pero eso sólo se sumaría al hecho de que el agua que ya estaba en mal estado y eso es paulatino. Esto se comprobaría con un monitoreo de calidad de agua.

Para la población, debemos evitar que nuestros líquidos procedentes mayoritariamente de las actividades humanas lleguen a contaminar los cuerpos de agua, como champús, detergentes, aguas servidas, elementos tóxicos y aceites, entre otros.

Y se necesita ya mismo los estudios para armar un plan de restauración ambiental de la laguna del Jardín japonés, y muchas otras lagunas que están en ese camino. Tenemos otras, como la de Cota Cota, que también requieren de monitoreo y mejor si es un monitoreo participativo y urgente para involucrar también a la sociedad y no sólo dejar en las manos de las autoridades.