
Largas filas y desesperación: 300 cisternas esperan ingresar a la Refinería de Palmasola
- Conductores llevan días varados en caminos de tierra, mientras la incertidumbre y el riesgo por las condiciones del terreno aumentan.
Una fila interminable de aproximadamente 300 carros cisternas se extiende a lo largo de 10 cuadras en los caminos de tierra que conducen a la Refinería de Palmasola, al sur de la ciudad. Los conductores, provenientes de diferentes regiones, esperan pacientemente —y con creciente frustración— para cargar o descargar combustible, en medio de una situación que ya lleva varios días sin resolverse.

“Llevamos cinco días aquí”, relató un conductor a UNITEL, quien llegó desde Argentina transportando gasolina. El hombre, visiblemente cansado, expresó su preocupación por la falta de información: “No nos han comunicado nada y estamos a la espera. Tal vez es falta de pago al proveedor, pero no nos han dicho nada”.
La situación es caótica. Los parqueos de la refinería y las vías aledañas están completamente colapsados por la cantidad de vehículos. “Está todo lleno”, recalcó otro chofer, quien también señaló que algunos cisternas esperan para descargar combustible, mientras que otros aguardan para cargar y llevar el carburante a los surtidores.
El peligro también acecha en los caminos de tierra. Otro conductor explicó que permanecer en estas vías representa un riesgo para sus cargas. “Los huecos en el camino se profundizan con la lluvia, y algunos motorizados se plantan”, comentó, refiriéndose a las dificultades que enfrentan para mantener sus vehículos estables y seguros.
Mientras tanto, la incertidumbre crece entre los conductores, quienes no saben cuánto tiempo más tendrán que esperar. La falta de comunicación por parte de las autoridades de la refinería ha generado malestar y preocupación, no solo por el tiempo perdido, sino también por las condiciones precarias en las que se encuentran.
Esta situación pone en evidencia los desafíos logísticos y de comunicación que enfrenta la Refinería de Palmasola, mientras cientos de conductores y sus vehículos siguen atrapados en un limbo, esperando una solución que parece no llegar.