Experto advierte que crisis energética es «desastrosa» y que el Gobierno admite su política fallida

Álvaro Ríos: «No hay ningún plan, el problema es la falta de dólares»

Martes, 11 de febrero de 2025 (FmBolivia).- El especialista en materia energética, Álvaro Ríos, afirmó que el Gobierno ha admitido que la crisis de combustibles es «insostenible», lo que demuestra el fracaso de su política hidrocarburífera. En su criterio, el Ejecutivo no tiene un plan real para solucionar el problema y solo busca justificar la escasez con excusas inconsistentes.

Prensa Libre

«No se le puede echar la culpa a la sobredemanda, al carnaval, al inicio de clases, al oleaje o al agio», criticó Ríos, señalando que el problema de fondo es la falta de dólares. Explicó que desde hace 24 meses el país ha enfrentado dificultades, pero el Gobierno intentó «tapar el sol con un dedo» hasta que la crisis se volvió insostenible.

El déficit energético es el resultado de una política fallida de exploración, ya que Bolivia no ha repuesto sus reservas de gas en los últimos 30 años. «No hay energía y tampoco hay con qué importarla», sentenció.

El ministro de Hidrocarburos, Alejandro Gallardo, anunció un supuesto «plan» para permitir la importación de combustibles al precio internacional, pero Ríos considera que estas medidas son solo «parches». Observó que el sector privado lleva meses exigiendo facilidades para importar combustibles, pero los trámites siguen siendo engorrosos.

Asimismo, criticó el despilfarro estatal, mencionando la construcción de plantas de biodiésel que requieren inversión en dólares, mientras que los pagos se hacen en bolivianos, afectando a las empresas que dependen de insumos importados.

Otro error, según Ríos, fue mantener los subsidios sin un plan de retiro gradual. Aseguró que el Gobierno está dejando al país en una «profunda crisis energética», que solo este año necesitará 3.200 millones de dólares para importaciones de combustible y el próximo año 3.500 millones.

«La situación energética es desastrosa», concluyó el experto, advirtiendo que Bolivia enfrenta un «pozo energético» con consecuencias cada vez más graves.