La propuesta de nuevas elecciones en Venezuela de Lula y Amorim genera controversia en Brasil

La idea de Lula y su asesor Celso Amorim de convocar nuevas elecciones en Venezuela para resolver la crisis está causando indignación y críticas tanto a nivel nacional como internacional.

15 de agosto de 2024.- La reciente propuesta del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, y su asesor especial para la política exterior, Celso Amorim, ha provocado un gran revuelo. La idea, que surgió durante una reunión ministerial el 8 de agosto y fue revelada cinco días después, consiste en organizar nuevas elecciones en Venezuela como solución a la crisis política actual. Amorim, quien admitió que la propuesta es aún informal, sugirió que se llevara a cabo una «segunda vuelta» electoral con Nicolás Maduro y Edmundo González Urrutia como candidatos principales.

Prensa Libre

Esta propuesta ha sido duramente criticada por expertos y políticos. Tamara Taraciuk Broner, directora del Programa de Estado de Derecho Peter D. Bell de The Inter-American Dialogue, consideró que la idea carece de sentido y que la atención debería centrarse en respetar la voluntad popular expresada en las recientes elecciones. Por otro lado, Antonio Ledezma ha instado a España a reconocer a González Urrutia como presidente de Venezuela.

El presidente del Parlamento venezolano, Jorge Rodríguez, ha respondido proponiendo una reforma que prohíba la presencia de observadores internacionales en futuros comicios, calificando de «basura» el informe de la ONU que cuestiona la transparencia electoral en Venezuela.

A nivel internacional, la propuesta de Lula ha sido vista como una posible táctica para desviar la atención de las sanciones y errores cometidos por la comunidad internacional en su manejo de la crisis venezolana. El politólogo Hussein Kalout ha criticado a Brasil por sus errores en la gestión de la crisis, mientras que Augusto de Franco argumenta que el gobierno de Lula ha mostrado una clara inclinación hacia regímenes autoritarios de izquierda.

El gobierno brasileño sigue enfrentando críticas por su enfoque en la crisis venezolana, mientras la oposición venezolana y analistas internacionales consideran que la propuesta de nuevas elecciones es una maniobra que solo beneficia al régimen de Maduro. La controversia subraya las limitaciones del liderazgo brasileño en la región y plantea interrogantes sobre la efectividad de la política exterior de Lula.