Del Abrazo de Charaña a Boric: tres reveses sobre el tema mar
Después de la postura que asumió Gabriel Boric, presidente de Chile, sobre el tema mar, expertos consideran que aquella suma un revés adicional a los sufridos, por ejemplo, con el Abrazo de Charaña y la agenda de 13 puntos, a causa de pensar que las afinidades políticas pueden ayudar a solucionar la controversia.
“Chile, por supuesto, no negocia su soberanía”, con esas palabras Boric instó a su homólogo de Bolivia, Luis Arce, a restablecer las relaciones diplomáticas. La respuesta de la Cancillería boliviana fue que el relacionamiento debe ser sin condiciones.
Ello ocurrió días después de la asistencia de Arce a la toma de posesión de Boric, el 11 de marzo, cuando se reunió con él y le planteó -comentó después- una agenda que incluye el tema mar, entre otros asuntos.
El diplomático y diputado de Comunidad Ciudadana (CC) Gustavo Aliaga manifestó que lo acontecido con Arce es la muestra de que “siempre tropezamos con la misma piedra”, al creer que si un gobernante de Chile es de una misma línea ideológica, se puede restablecer la diplomacia y tratar el tema del mar.
En 1975 se inició el proceso de negociación denominado Abrazo de Charaña porque precisamente en esa localidad fronteriza los dictadores Augusto Pinochet (Chile) y Hugo Banzer (Bolivia) se dieron el “abrazo de la amistad” y activaron así una nueva etapa, en la que reanudaron las relaciones diplomáticas.
A partir de agosto de 1975 empezó el proceso, con la entrega de Bolivia de una propuesta formal. La Moneda respondió con su disposición a negociar una franja de territorio. No obstante, las tratativas se estancaron luego de que Chile consultara a Perú al respecto, en conformidad con el Protocolo Complementario del Tratado de Lima.
Ante esa situación, en marzo 1978, Bolivia rompió relaciones. “El Gobierno de Chile ha abandonado el compromiso esencial que explica históricamente la reapertura del diálogo”, se lee en el comunicado oficial.
Con la llegada al poder de Michelle Bachelet en Chile y Evo Morales en Bolivia, ambos países comenzaron un acercamiento en marzo de 2006, que luego se tradujo en la implementación de la denominada agenda de 13 puntos, que incluyó el tema mar.
Entonces, Bachelet, que llegó al poder con la Concertación, una alianza de partidos de izquierda, centroizquierda y centro, sintonizó ideológicamente con Morales, que llegó a la Presidencia con el MAS.
Cuando Bachelet salió de poder, su sucesor, Sebastián Piñera (de derecha), prosiguió con la agenda. Incluso, un día antes de jurar a su cargo -el 10 de marzo de 2010- jugó un partido de fútbol con Morales, al que calificó “de la hermandad”.
En julio de 2010 ambos países acordaron que en siguientes reuniones debían alcanzarse “soluciones concretas, factibles y útiles” en torno al tema mar. No obstante, La Moneda no convocó al siguiente encuentro y no hizo conocer una fecha alternativa para la reunión. En 2013, Morales interpuso la demanda contra Chile ante La Haya.
En octubre de 2018, ese tribunal sentenció que el Estado chileno no tiene una obligación con Bolivia a negociar una salida soberana al Pacífico.
“En 11 de marzo 2006 Evo Morales asiste a la posesión de Michelle Bachelet. Era el encuentro de dos presidentes socialistas. Morales pensó que con Bachelet iba a recuperar el mar, pero no nos acordamos del Abrazo de Charaña. Ahora, el encuentro entre Arce y Boric es la tercera frustración que tenemos con Chile, es por el error del diseño de la política exterior”, aseveró el diputado Aliaga.
El historiador Robert Brockmann recordó que los presidentes Gonzalo Sánchez de Lozada y Jaime Paz también se abrazaron con sus similares chilenos cuando asumieron gobierno. Añadió que Chile tiene una política de Estado consistente, en la que no importa la ideología de su presidente.
“Será difícil que veamos que Chile nos dé un acceso al Pacífico, tenemos que acostumbramos a esa idea y a que hay un fallo en La Haya, y replantear completamente este tema”, explicó.
El exembajador Jaime Aparicio manifestó que la percepción de frustración que existió luego de la posesión de Boric se debe a que Bolivia maneja “una política de exterior de manera folklórica”, al pensar que con alguien que es de similar ideología se puede tratar el tema del mar.
“La política exterior entre Estados se basa en intereses y nosotros lamentablemente no aprendemos. Don Walter Montenegro, gran periodista y diplomático, ha escrito todas las oportunidades perdidas que han habido, las notas de los años 50 y todas las negociaciones, en gran parte de ellas ha habido el error de pensar que por amistades o por afinidades políticas se podía solucionar el tema del mar”, puntualizó.
El senador del MAS Félix Ajpi dijo que la negativa de Chile llevó a Bolivia a iniciar la demanda en La Haya. Agregó que no debe volverse a “caer en la trampa” de esperar que el gobierno del vecino país esté dispuesto a relaciones diplomáticas abiertas y sinceras. “Chile mantiene su política, incluso entre dictadores nunca se pusieron de acuerdo”, subrayó.
Fuente: Pagina Siete