Descontento en el arcismo: Andrónico Rodríguez emerge como opción unificadora frente al desgaste de Luis Arce

  • Mientras las encuestas hunden al presidente, sectores del MAS ven en el presidente del Senado una alternativa para 2025. La proclamación oficial del binomio se postergó hasta abril.

El malestar político ya no es exclusividad de la oposición. Los propios seguidores de Luis Arce comienzan a cuestionar su viabilidad como candidato a la reelección, especialmente tras las últimas encuestas que lo ubican en los últimos lugares de preferencia electoral. La escasez de dólares, la crisis de combustibles y los créditos bloqueados en el Legislativo han acelerado el desencanto, incluso entre sus aliados más cercanos.

Prensa Libre

«El presidente está muy desgastado. Hay un descontento generalizado por la falta de soluciones económicas», admitió Gustavo Vega, segundo secretario de la Cámara de Diputados y hasta ahora uno de los defensores más firmes de Arce. La crítica, inusual en el oficialismo, refleja una fractura que ya no puede ignorarse.

El nombre que cobra fuerza para unificar al MAS es el de Andrónico Rodríguez, presidente del Senado, visto por varios sectores como una figura capaz de conciliar las alas enfrentadas del partido: los llamados «radicales» y los «renovadores». «Él puede ser el puente que evite una ruptura definitiva», señaló un dirigente arcista bajo reserva.

Mientras tanto, la proclamación del binomio oficial —que muchos daban por descontado con Arce y David Choquehuanca— quedó en suspenso. El MAS-ala arcista anunció que definirá su candidatura recién el 11 de abril, en un contexto donde una docena de precandidatos, entre hombres y mujeres, pugnan por la nominación. «Todos están en carrera», matizó Grover García, presidente del sector afín a Arce, evitando confirmar si el mandatario seguirá en la boleta.

El evismo, por su parte, acusa que el respaldo a Rodríguez es un «salvavidas» del Gobierno, que busca oxigenarse a siete meses del fin del mandato. Lo cierto es que, en medio de celebraciones discretas por los 30 años del MAS —como una ofrenda a la Pachamama—, la figura de Arce parece haber perdido fuelle incluso en su propia base.

Este viernes, el presidente participó en dos actos protocolares —uno con mujeres interculturales y otro con el Conamaq—, pero ni en esos espacios hubo señales de una proclamación inminente, algo que meses atrás parecía un trámite. El silencio, para muchos, habla más fuerte que los discursos.

Con datos de El Deber