Reprogramarán atención de pacientes renales
Mientras se defina la situación legal del nefrólogo Christian O.S., envuelto en el polémico caso de tráfico de órganos, los pacientes renales, que tenía a su cargo (aproximadamente 150 al mes), serán reprogramados al menos una semana después de la atención que iban a recibir.
Como consecuencia de la polémica suscitada en el Hospital Obrero y la aprehensión de un nefrólogo que a diario atendía alrededor de 10 pacientes, se tuvo que reprogramar a los enfermos y los considerados de emergencia fueron atendidos, según informó un funcionario del Hospital Obrero que prefirió mantener su identidad en reserva.
Según se conoce, la aseguradora solicitó que el especialista aprehendido continúe desarrollando sus funciones en otra dependiente de la CNS para dar continuidad al tratamiento de los enfermos que tenía a su cargo y que solo él conoce el historial clínico y la evolución de cada paciente que estaba bajo su tuición.
En el servicio de nefrología de ese hospital se reciben probables candidatos donadores de riñón de forma esporádica es muy poco frecuente uno a dos casos son lo máximo que se recibe al mes, pues según relatan pacientes es “muy difícil conseguir un donador”.
Según información de la aseguradora, en la unidad de nefrología existen cinco especialistas de los cuales tres médicos realizan con mayor frecuencia los trasplantes renales y cada uno tiene aproximadamente de dos a tres pacientes en preparación para ser trasplantado.
Si bien los cinco nefrólogos están capacitados para realizar trasplantes, el nefrólogo Christian O.S., envuelto en la polémica de tráfico de órganos, tiene una subespecialidad en trasplantes, lo que le da mayor capacidad para realizar ese procedimeinto.
De acuerdo con el funcionario, para acceder a un trasplante renal se debe seguir un procedimiento que inicia cuando el nefrólogo diagnostica la enfermedad renal y el paciente presenta un estadio cinco (avanzado), lo cual derivará al enfermo a la hemodiálisis hasta encontrar un donante voluntario para remplazar el órgano dañado, de acuerdo con un funcionario del Hospital Obrero, quien prefirió mantener su nombre en reserva esa búsqueda puede durar tres hasta 10 años. Las personas menores de 60 años son las indicadas para someterse al proceso.
PACIENTES
En la unidad de Nefrología del Hospital Obrero se leen carteles que buscan donantes de riñón, se detalla el grupo sanguíneo y se deja un número de referencia, según los pacientes esos carteles dan pie a la comercialización de órganos donde personas inescrupulosas se aprovechan de la desesperación de los enfermos y familiares y ponen precio a su “labor solidaria”.
“Un familiar pagaría todo por salvar la vida de un ser querido o al menos prolongarle la vida”, manifestó.
FALTA DE MEDICAMENTOS
De acuerdo con María (nombre ficticio), hija de una paciente renal de 78 años, la unidad constantemente presenta problemas con la dotación de fármacos (como Ibuprofeno, Lactulosa y otros); “los medicamentos que he podido recoger de aquí son chinos”, denunció.
Por su parte, CNS Regional La Paz informó que hubo un desfase por la adquisición de medicamentos, sin embargo, las compras de los medicamentos faltantes ya se encuentran en proceso. La provisión de medicamentos se prioriza al Hospital Obrero por la cantidad de pacientes que se tiene.
Manifestó que la falta de Ibuprofeno se debe a la falta de licitación de la jefatura nacional, sin embargo, se realizaron compras adicionales para proveer las farmacias, la última compra llegará aproximadamente en 15 días más.
Según informa la aseguradora, existe meses con desfases donde existe mayor demanda de ciertos medicamentos, según la patología que se atienda.
Respecto a la procedencia de medicamentos que genera susceptibilidad en los pacientes renales, la institución explicó que todos los fármacos están apoyados por un registro sanitario otorgado por el Ministerio de Salud que da la garantía de calidad del medicamento.
La aseguradora aceptó que existe un stock de procedencia china, pero que está legalmente inscrito y cumple con todos los estándares de calidad.
El Diario.