
Corte Suprema de Brasil aprueba juicio contra Jair Bolsonaro por intento de golpe de Estado
El ex presidente y otros siete acusados enfrentan cargos por intentar impedir la investidura de Lula y liderar una organización criminal que asaltó las sedes de los tres poderes en enero de 2023.
La Corte Suprema de Brasil aprobó por unanimidad la decisión de enviar al ex presidente Jair Bolsonaro a juicio por su presunta participación en un intento de golpe de Estado. La votación fue realizada el miércoles y estuvo a cargo de los jueces del alto tribunal, comenzando con el juez instructor Alexandre de Moraes, seguido por Flávio Dino, Luiz Fux, Carmen Lúcia y Cristiano Zanin.

Bolsonaro, junto a otros siete acusados, incluidos militares de alto rango y antiguos ministros de su gobierno (2019-2022), enfrenta cargos por abolición violenta del Estado democrático de derecho, intento de golpe de Estado, implicación en organización criminal armada, daño calificado y deterioro de patrimonio.
La acusación se basa en los hechos ocurridos el 8 de enero de 2023, cuando los seguidores de Bolsonaro asaltaron las sedes de los tres poderes en Brasilia: el Congreso Nacional, el Supremo Tribunal Federal (STF) y el Palacio del Planalto. La fiscalía sostiene que Bolsonaro lideró una organización criminal que intentó impedir la investidura de Luiz Inácio Lula da Silva tras su victoria en las elecciones de 2022.
El presunto plan de golpe incluía la elaboración de un decreto para justificar un “estado de defensa” y, en casos extremos, el asesinato de Lula y de Moraes. Sin embargo, la conspiración no prosperó debido a la falta de apoyo de los altos mandos del Ejército.
El ex presidente no compareció en la sala del STF en el segundo día de deliberaciones, pero antes de las audiencias, declaró que está siendo objeto de “la mayor persecución político-judicial” de la historia de Brasil, y aseguró que el proceso en su contra tiene motivaciones políticas para impedir su participación en las elecciones presidenciales de 2026. A pesar de estar inhabilitado hasta 2030, Bolsonaro sigue aspirando a regresar al poder y se compara con Donald Trump, quien también enfrentó problemas judiciales y logró recuperar la presidencia.
Este juicio no solo tiene implicaciones judiciales, sino que también se enmarca en un contexto histórico y político de Brasil, país aún marcado por la memoria de su dictadura militar (1964-1985), periodo que Bolsonaro ha manifestado en ocasiones como nostálgico.
El fiscal general Paulo Gonet resumió el caso destacando que el objetivo principal de la conspiración era asegurar que Bolsonaro mantuviera su poder más allá de los resultados de las elecciones de 2022. La defensa de Bolsonaro, por su parte, insistió en que no se ha hallado evidencia suficiente contra él.
Además de enfrentarse a los cargos de intento de golpe, Bolsonaro está inhabilitado políticamente debido a sus denuncias sin pruebas sobre el sistema de urnas electrónicas. No obstante, sigue confiando en que su inhabilitación sea revertida o reducida y ha declarado que, a pesar de su situación judicial, “por el momento” sigue siendo candidato para las elecciones de 2026.
El futuro judicial y político de Bolsonaro se desarrolla en un clima de incertidumbre, mientras el actual presidente, Lula, se muestra ambivalente sobre sus intenciones de aspirar a la reelección.