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Afines al MAS interrumpen el informe del GIEI en Potosí

Habían pasado 40 minutos de la presentación del informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI Bolivia) en Potosí, cuando un grupo de campesinos afines al MAS interrumpieron ayer la exposición para gritar: “¡Golpistas!, ¡golpistas!”, mientras otros respondían: “¡Asesinos!, ¡asesinos!”. El caos inundó la sala y los expositores estuvieron a punto de abandonar el lugar.

El brasileño y miembro del GIEI Marlon Weichert había hablado minutos antes de los incidentes del 9 de noviembre en Vila Vila y el 10, en Playa Verde, cuando buses con mineros y cívicos fueron emboscados, pero también se refirió al ataque que sufrió Marco Borda, hermano del exdiputado Víctor Borda.

Luego le tocó el turno a la colombiana Magdalena Correa, que citó los atentados a la vida durante esos días y cuando mencionó las palabras “justicia y reparación”, un dirigente, que se identificó como parte de la federación de campesinos, interrumpió la exposición.

Entre gritos

Al dirigente, según la denuncia, se sumaron funcionarios de la Asamblea Departamental de Potosí, dominada por el MAS, presentes en lugar, quienes comenzaron a gritar: “¡Golpistas!, ¡golpistas!, ¡golpistas!”, dirigiéndose a los familiares de los heridos y rehenes de Vila Vila y Playa Verde que a su vez contestaron: “¡Fuera masistas!, ¡fuera masistas!”. Weichert pasó al medio del salón y con el micrófono en mano intentó hacer calmar al auditorio del Obispado.

Así, por unos 10 minutos el informe del GIEI fue interrumpido por los campesinos. La colombiana Correa amenazó con abandonar el lugar ante los gritos de los campesinos y las víctimas.

El brasileño insistió en que era muy vital “escuchar a todas las partes”. Así gradualmente la situación se calmó.

Finalmente Correa terminó de dar el informe del GIEI y aseveró que “justicia con venganza no sana”. Ambos expertos insistieron en que debe existir una reparación a las víctimas.

Posteriormente, tres víctimas de Vila Vila y Playa Verde tuvieron la posibilidad de hacer preguntas a los expertos, pero ellos ya no pudieron responder por el clima crispado en el salón.

El 9 de noviembre, tres buses que partieron de Sucre y Potosí, que llevaban universitarios y cívicos a La Paz, para denunciar el fraude electoral y pedir la renuncia del entonces presidente Evo Morales, fueron emboscados por partidarios del MAS en el poblado de Vila Vila, a 80 kilómetros de la ciudad de Oruro. Al menos 30 personas fueron agredidas en ese sector.

Un día después, mineros que también viajaban a La Paz en buses también fueron emboscados y agredidos por campesinos en Playa Verde, cerca de Challapata. La Fiscalía Departamental de Oruro reveló el miércoles, que de ambos casos, únicamente se abrió una investigación por Vila Vila, pero que en noviembre del año pasado se emitió una resolución de rechazo.

Pagina Siete.

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