
Crisis de combustible persiste pese a llegada de buques con suministros
- Filas en surtidores y amenazas de paros marcan el descontento social, mientras YPFB asegura que el abastecimiento está garantizado hasta este viernes.
La llegada de tres buques con 70 millones de litros de gasolina y 20 millones de diésel, anunciada el viernes pasado por el presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Armin Dorgathen, no ha sido suficiente para resolver la crisis de desabastecimiento de combustibles que afecta al país. A pesar de las promesas de paliar la demanda interna, las largas filas en los surtidores persisten este miércoles, tanto en ciudades capitales como en provincias.

La situación ha generado un clima de intranquilidad y descontento en diversos sectores productivos y sociales. Cooperativistas mineros, interculturales de San Julián y transportistas de El Alto han advertido con movilizaciones y paros si no se encuentra una solución inmediata. De hecho, algunos grupos ya han comenzado a organizar medidas de presión desde esta misma jornada.
El agro cruceño, uno de los sectores más afectados, enfrenta serias dificultades para avanzar con la cosecha de verano. Klaus Frerking, presidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), señaló que solo se ha logrado completar el 20% de las labores de recolección de granos estratégicos. “El desabastecimiento de combustibles está impactando directamente en nuestra capacidad productiva”, afirmó Frerking, quien urgió a las autoridades a tomar medidas concretas.
Por su parte, Álvaro Tumiri Botello, gerente de Comercialización de YPFB, aseguró que en el departamento de La Paz se está cubriendo el 100% de la demanda de combustible. “Hacemos un llamado a los sectores a contribuir al clima de paz y tranquilidad”, expresó Tumiri, quien también informó que 60 cisternas con combustible han arribado al país en los últimos días. “La semana del 15 al 21 de marzo está garantizada en términos de abastecimiento”, afirmó el ejecutivo, aunque reconoció que la situación en los surtidores no ha mostrado mejorías significativas en más de cuatro semanas.
Mientras tanto, la población continúa sufriendo las consecuencias del desabastecimiento. Vecinos y vecinas dejan sus labores diarias para hacer largas filas en busca de combustible, lo que ha generado malestar y frustración en diversas regiones del país.
Aunque YPFB insiste en que el abastecimiento está asegurado hasta este viernes, la falta de soluciones concretas y la prolongación de la crisis han dejado en evidencia la fragilidad del sistema de distribución de combustibles en Bolivia. La pregunta que muchos se hacen es: ¿será suficiente lo anunciado para calmar las aguas y evitar mayores conflictos sociales?