“La fidelidad con el ‘legado’ de Chávez ha aislado a Bolivia”
José Rafael Vilar, asesor corporativo y político, sostiene que la fidelidad del Gobierno con el “legado” del extinto Hugo Chávez “ha aislado aceleradamente a Bolivia”.
Vilar es autor de Auge y caída del socialismo del siglo XXI, libro considerado como una rápida visión hispanoamericana de los “recientes ciclos políticos y del fracaso de ideologizar la economía”.
Venezuela, y en concreto Chávez, financiaron el programa Evo cumple hasta 2010; y a eso hay que sumar el apoyo político que el extinto comandante dio a Morales ¿A qué se puede atribuir todo ese respaldo?
En 2006, el bloque del socialismo 21 estaba reducido a gobernar Venezuela y Cuba y afinidades en los gobiernos de Brasil, Argentina, Uruguay, incluso Chile y Honduras. Por eso, un gobierno asumido de “izquierda indigenista” era necesariamente un aliado potencial.
Además de financiar el programa Evo Cumple, Bolivia Cambia, porque en ese momento el Gobierno necesitaba la fuerte necesidad de cumplir sus propuestas sociales y no había recursos en el país (recordemos la crisis que se arrastraba desde “coca y contrabando cero” y el efecto samba), Chávez fue fundamental en el soporte estratégico y de inteligencia del gobierno de Morales Ayma (junto con la presencia cubana vehiculada originalmente gracias a los petrodólares de Venezuela).
En resumen: independiente de las reales afinidades, en 2006 era absolutamente estratégico para Venezuela contar con un aliado más (recordemos que Correa y Ortega triunfaron en 2007).
¿Con la muerte de Chávez podemos hablar de un antes y un después en el respaldo del chavismo hacia Morales?
Para nada, la relación siguió tan estrecha como antes, aunque sin el vínculo más afectivo (que llamaré “filial” porque si Chávez se consideraba “hijo” de Castro, el mayor, Morales lo era de Chávez; creo recordar que fue el único gobernante que lloró en su entierro).
Lo que varió fue el signo de esa relación: hasta 2008, fue total (política, económica, militar) de Venezuela a Bolivia; en 2008 termina el apoyo económico y hasta 2013 (muerte de Chávez) Bolivia mantiene una dependencia del liderazgo de Hugo Chávez, secundando todas sus propuestas (Unasur, CELAC); según se iba diluyendo el liderazgo e iniciativas venezolanas (por la incapacidad de Maduro pero, también, por la reducción de ingresos), Bolivia fue convirtiéndose en un defensor del Gobierno venezolano.
A hoy, regionalmente Bolivia (junto con Nicaragua y algunos pequeños países insulares caribeños urgidos de su petróleo para existir) es el único claro defensor del gobierno de Maduro, con México ahora y Uruguay (podría decir “hasta recién”) en tácita defensa.
¿Por qué hay esta lealtad del presidente Morales hacia el chavismo, que se traduce en apoyos internacionales a Maduro?
Al margen de mi decidido rechazo al madurismo (y de plano al chavismo, porque uno es la prolongación del otro y de sus graves errores disfrazados con mucho dinero que ya no hay), creo meritoria para el presidente boliviano la fidelidad de Morales con la continuidad de su mentor (en realidad: es la identificación con su mentor que le permitió gobernar en sus años más conflictivos y con el supuesto “legado” de Chávez).
Otra cosa muy diferente es que esa fidelidad con el “legado” de Chávez ha aislado aceleradamente a Bolivia, actuando a contracorriente de la región, y nos ha comprometido con un régimen detestado por gran parte de la comunidad internacional, colocándonos al borde del ostracismo, algo que será muy difícil de revertir a corto y quizás mediano plazo para un gobierno de distinto signo ideológico que pudiera ganar en octubre.
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