Bolivia inicia elecciones judiciales parciales en medio de crisis institucional

El país elegirá 19 de las 26 altas autoridades judiciales tras un proceso marcado por retrasos, cuestionamientos y fallos polémicos del Tribunal Constitucional.

Domingo, 15 de diciembre de 2024 (FmBolivia).- Bolivia comenzó este domingo la jornada electoral para renovar parcialmente a las autoridades de su sistema judicial. Solo 19 de los 26 magistrados serán electos, debido a demoras y controversias que postergaron el proceso durante un año.

Prensa Libre

“Hemos llegado al ‘Día D’. Hoy debemos elegir a los magistrados del Órgano Judicial y del Tribunal Constitucional Plurinacional. Este proceso electoral es aún más complejo que el de 2020, ya que no solo enfrenta un contexto político y social desafiante, sino también obstáculos internos que afectaron su desarrollo normal”, señaló el presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Oscar Hassenteufel, al inaugurar la jornada.

Originalmente programadas para noviembre de 2023, las elecciones fueron pospuestas debido a la falta de acuerdos políticos en la Asamblea Legislativa. En su lugar, los magistrados actuales extendieron sus mandatos mediante un fallo del Tribunal Constitucional, situación que profundizó las críticas y alimentó la percepción de una crisis en el sistema judicial.

La jornada electoral de este domingo se realiza de manera completa solo en cuatro departamentos: La Paz, Oruro, Potosí y Chuquisaca. En el resto del país, las elecciones fueron suspendidas o declaradas desiertas por fallos del Tribunal Constitucional, que argumentó incumplimientos en los procesos de preselección, como la falta de equidad de género y representación indígena.

Por primera vez en la historia del país, las elecciones judiciales no renovarán por completo las altas autoridades. Los siete cargos restantes serán definidos en un futuro proceso electoral que podría retrasarse hasta 2026 o 2027, tras las elecciones generales y subnacionales de 2025 y 2026, respectivamente.

Esta situación ha agudizado la crisis institucional, con críticas hacia el Tribunal Constitucional por asumir un papel predominante sobre otros poderes del Estado. El TSE, por su parte, intentó sin éxito desafiar los fallos que fraccionaron el proceso, quedándose sin respaldo político para garantizar la integridad de las elecciones.

Mientras tanto, el sistema judicial seguirá operando con autoridades cuyos mandatos expiraron legalmente, sumando incertidumbre a un país ya marcado por tensiones políticas y sociales.