Hotel Las Américas, escenario de 3 muertes no esclarecidas
Después de 10 años del operativo en el Hotel Las Américas -en el que murieron Eduardo Rózsa, Michael Dwyer y Arpad Magyarosi- lo ocurrido la madrugada del 16 de abril de 2009 aún no ha sido esclarecido. Con un nuevo propietario, el establecimiento aún funciona en Santa Cruz, aunque no con la gloria de días pasados.
“Ya no es lo mismo. Antes era un hotel muy cotizado, ahora se lo ve lleno sólo en épocas altas. Claro, puede ser por lo que pasó que nosotros nomás lo vemos así”, dice una de las vecinas de la calle Seoane .
Rósza se alojó dos veces en el Hotel Las Américas: en diciembre de 2008 primero y en abril de 2009 después. Esa última vez junto a Arpad Magyarosi, Michael Dwyer, Mario Tadic y Elod Toasó, acusados de conformar una célula terrorista. De los cinco, solo los dos últimos sobrevivieron al operativo policial que se realizó para aprenderlos.
Las calles aledañas a hotel hoy están ocupadas con edificios de oficinas, tiendas de libros o cotillones, restaurantes y hasta iglesias evangélicas. Muy pocas de estas funcionaban hace 10 años.
En 2009, el establecimiento al día siguiente del asalto.
El Deber
Los informes oficiales señalan que la madrugada del 16 de abril de 2009, la Unidad Táctica de Resolución de Conflictos (UTARC) entró al hotel y el grupo opuso resistencia, lo que ocasionó un tiroteo. Sin embargo, con el tiempo las contradicciones entre las pericias de balística, exámenes forenses, testimonios y audios filtrados inclinan la balanza a la versión de que no hubo intercambio de disparos, sino tres ejecuciones.
Al igual que el dueño, casi la totalidad de los trabajadores del hotel han cambiado. Y hoy nadie muestra interés por hablar de lo ocurrido. “Noche antes no vimos nada raro; recién nos enteramos a la mañana, cuando al llegar ya no nos dejaron pasar”, cuenta uno de los pocos empleados antiguos.
sa madrugada tres trabajadores estaban de turno en el hotel. Ninguno fue llamado a declarar. “Ni a ellos ni a los empleados de la mañana nunca nos preguntaron nada. Cuando fuimos a limpiar el hotel había vidrios rotos por todas partes”, relata el trabajador.
Pagina Siete