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Carmen (nombre ficticio) tiene 13 años y hace dos que no estudia porque debe ayudar a su madre y a su padre a cuidar a sus cinco hermanos menores.
Carmen (nombre ficticio) tiene 13 años y hace dos que no estudia porque debe ayudar a su madre y a su padre a cuidar a sus cinco hermanos menores. Antes de la cuarentena, acudía prácticamente todos los días desde Tackopampa (Distrito 3) a vender semillas en la Plaza 25 de Mayo, pero, desde que empezó la cuarentena por el coronavirus, toda la familia depende enteramente de la solidaridad.
Hace unos días Carmen recibió una donación de una de las campañas solidarias que están en marcha en la ciudad, pero está claro que su caso, como el de muchos otros, requiere una atención integral para la restitución de sus derechos, esos que justamente se enarbolan hoy, Día del Niño.
Hace al menos tres años esta pequeña llegó al Programa Municipal de Almuerzo Educativo, cuando los funcionarios fueron a socializarlo entre los niños trabajadores. Entonces, la Alcaldía se acercó a la familia y los padres se comprometieron a inscribirla este año, aunque no cumplieron, comparte la directora de la organización no gubernamental (ONG) Realidades, Tahí Abrego.
Correo del Sur