Gobernador Luis Fernando Camacho asegura estar «firme» tras violencia en Chonchocoro
Agradece el apoyo de la oposición y la población, mientras cuestiona las condiciones de seguridad en la prisión
Días después de los hechos de violencia al interior de la cárcel de Chonchocoro, el gobernador cruceño Luis Fernando Camacho reafirmó su determinación y fortaleza frente a los riesgos que enfrenta. Mediante sus redes sociales, Camacho agradeció a los líderes de la oposición y a la población por el respaldo brindado, tras los incidentes ocurridos el fin de semana, los cuales habrían sido promovidos por Misael Nallar, según la Policía.
«Una cárcel de máxima seguridad es un lugar donde siempre hay tensiones y peligro, más para un preso político, pero afrontamos estos rigores con la fortaleza que nos da saber que estamos aquí por haber levantado la voz, junto a nuestro pueblo, contra el fraude que nos hizo el masismo», expresó Camacho en una de sus publicaciones.
La defensa del gobernador cruceño cuestionó la integridad de Camacho durante los sucesos de violencia, sugiriendo incluso la necesidad de su traslado a otro recinto más seguro. «Sigo firme, apoyado en mi fe en Dios, con la convicción de que estoy aquí por una causa noble. Tenemos que recuperar la democracia y la libertad en Bolivia, y para eso solo hay un camino, la unidad de quienes creemos en esos valores», añadió el gobernador.
Por su parte, el director general de Régimen Penitenciario, Juan Carlos Limpias, informó que tras los momentos de tensión, la Policía tuvo que intervenir y trasladar a la esposa y al hijo de Camacho al área de contención médica. Limpias desmintió las acusaciones de tortura contra Nallar, aunque admitió que este recibió golpes como consecuencia de la «gresca» entre reclusos.
Los incidentes en Chonchocoro han generado preocupación en distintos sectores, evidenciando las tensiones y peligros que enfrentan los detenidos, especialmente aquellos con un perfil político destacado. La situación continúa en desarrollo, mientras las autoridades buscan garantizar la seguridad dentro del penal y la defensa de los derechos humanos de los reclusos.