- El expresidente acusó al Gobierno de eliminar «ilegalmente» partidos que le prestarían su sigla, mientras en Chimoré proclamó su candidatura ante miles de seguidores.
En un discurso cargado de denuncias y promesas electorales, el expresidente Evo Morales afirmó este sábado que el Gobierno busca impedir su candidatura para los comicios de agosto, tras la eliminación de partidos aliados por parte del Tribunal Supremo Electoral (TSE). «El gobierno no quiere que seamos candidatos. Con los partidos que hemos acordado, los eliminan ilegalmente», declaró Morales ante una multitud congregada en el estadio Hugo Chávez de Chimoré (Cochabamba).
El exmandatario aseguró que, pese a la falta de una sigla oficial, participará en las elecciones: «Nuestro instrumento político tiene el camino para ganar. Que haya una elección libre, sin proscripciones. Si quieren ganarnos, que sea en las urnas». Su proclama se produjo días después de que el TSE revocara las siglas de Pan-Bol y FPV —este último, partido con el que Morales había pactado inicialmente— tras denuncias presentadas en marzo.
Ofertas electorales y ataques a rivales
Durante su intervención, Morales detalló propuestas en producción, energía, educación y salud, generando euforia entre sus seguidores, quienes corearon consignas en apoyo. Sin embargo, el acto no estuvo exento de polémica. El senador Leonardo Loza, cercano al líder masista, denunció que una avioneta sobrevoló el estadio arrojando panfletos críticos. «Solo los fascistas y traidores usan avionetas para ofender al pueblo», afirmó, en alusión velada al vicepresidente Andrónico Rodríguez, a quien tildó de «liwi-liwi» (débil).
Movilización en La Paz suspendida
Mientras Chimoré se convertía en el epicentro del evismo, la concentración programada en La Paz fue cancelada. La concejala Wilma Alanoca atribuyó la decisión al viaje de dirigentes a Cochabamba, aunque la dirección departamental de EVO-Pueblo señaló que fue por «la persecución del Gobierno».
Con esta proclamación, Morales reafirmó su intención de competir, aunque el escenario legal sigue siendo incierto. La pulseada entre el oficialismo y el expresidente promete escalar en las próximas semanas, en un proceso electoral marcado por tensiones y desafíos institucionales.