
Wall Street se desploma por segunda vez consecutiva y bolsas latinoamericanas también sufren fuertes pérdidas
Las bolsas mundiales han entrado en un escenario de tensión extrema tras el violento giro proteccionista de Estados Unidos, que desató una ola de aranceles contra múltiples países, provocando respuestas inmediatas por parte de potencias como China. El temor a una guerra comercial global y su posible derivación en una recesión económica ha llevado a los inversionistas a apretar el botón del pánico.

El viernes, la bolsa de Nueva York registró una caída de casi el 6% por segunda jornada consecutiva, mientras los mercados europeos sufrieron pérdidas cercanas al 5%, como en Fráncfort y Londres. En Latinoamérica, las bolsas de México, Sao Paulo y Buenos Aires también se desplomaron entre un 3% y un 7%, reflejando el impacto inmediato de los nuevos aranceles impuestos por el presidente Donald Trump.
Menos de 48 horas después del anuncio estadounidense, China respondió con la imposición de gravámenes adicionales del 34% a todas las importaciones provenientes de EE.UU., intensificando la guerra comercial y llevándola a un nivel inédito y peligroso. Se trata de la caída bursátil más severa desde la pandemia de 2020, aunque con un origen diferente: decisiones políticas deliberadas en lugar de crisis sanitarias o financieras.
La FED lanza advertencias
El presidente de la Reserva Federal (FED), Jerome Powell, advirtió que los nuevos aranceles podrían generar un mayor desempleo, aumento de la inflación y una desaceleración del crecimiento económico en EE.UU. “Los aumentos arancelarios serán significativamente mayores de lo previsto”, alertó Powell en un evento en Virginia.
Si bien sostuvo que es “demasiado pronto” para considerar cambios en la política monetaria, dejó claro que la FED no tiene prisa por reducir la tasa de interés actualmente ubicada entre 4,25% y 4,50%, ya que su enfoque sigue siendo la reducción de la inflación hacia el objetivo del 2%.
Pese al escenario adverso, Powell señaló que en los últimos meses Estados Unidos ha consolidado su crecimiento y que el desempleo sigue cerca de mínimos históricos, aunque la incertidumbre podría prolongarse en los próximos meses.