Los misterios de los 1.000 brujos, patrimonio de El Alto
¿Desea doblegar a un traidor? Los brujos de la avenida Panorámica de la ciudad de El Alto aseguran que tienen un secreto “efectivo”, también dan una variedad de servicios para poner ofrendas a la Pachamama y pedir un sinfín de deseos. En esta vía, los amautas ocupan una fila interminable y hacen rituales que van desde cambiar la suerte hasta ayudar a las almas en pena.
En esta avenida hay más de 1.000 brujos y todos son considerados patrimonio de El Alto.
“La vela se debe quemar siete días seguidos y se debe comenzar el martes. Mientras arda se debe rezar: San Jerónimo, tú que humillaste a la serpiente, a los leones, tigres y otros animales, te pido que me libres de mis enemigos malditos. Ruego palabras de dominio”, se lee en las instrucciones de la vela negra con forma de cráneo y puntos dorados en los surcos de los ojos. Este artículo es ofrecido por uno de los brujos de esa avenida.
Pero el pedido parece errado porque San Jerónimo fue quien tradujo la Biblia y fue nombrado patrono de todos los que en el mundo se dedican a explicar este texto sagrado. Por extensión, es el santo de los traductores.
Don Abel, un reconocido amauta de la avenida Panorámica con 46 años dedicado a este oficio, explicó que las velas de calaveras tienen sus propios significados según el color. “Las llevan para trabajar, obtener más clientes y para que el negocio pueda prosperar”, dijo, pero se resistió a reconocer que algunas de las velas son elaboradas para lanzar maldiciones.
En la avenida también se encuentran las chifleras que ofrecen una variedad de artículos que no se pueden encontrar en La Paz. Por ejemplo, las mesas negras que en lugar de pan de oro y plata, llevan pequeñas piezas con forma de ataúdes. Además, en vez de hilos de colores tienen papel negro y el lugar de dulces traen pequeñas bolas de tierra. “Son mesas para las almas. Se da esta ofrenda cuando un familiar muere y queremos que su espíritu sea bendecido. Esta mesa se debe llevar sólo los jueves”, relató Abel.
En este mundo de misterio también se venden sullus de cerdo. Los pequeños animalitos son colocados en la mesa a la Pachamama para traer prosperidad y abundancia. Una de las chifleras aseguró que los llevan los mineros. “Los ofrecen en la boca de la mina para que puedan encontrar mineral y que su inversión no se pierda”, dijo la chiflera que pidió no dar su nombre.
En este sitio se encuentran las siete cruces que están elaboradas de velas unidas entre sí, la del medio es la más grande. “Son los siete poderes -dijo Abel- para tener más coraje”.
Muchas personas visitan la Av. Panorámica de El Alto.
Foto: Víctor Gutiérrez / Página Siete
El amauta está 46 años trabajando en la avenida Panorámica. Recordó que en un inicio sólo venían algunos días y por determinadas horas, pero la demanda los obligó a permanecer más horas y con el tiempo construyeron las casetas. “Sólo en la avenida Panorámica hay 46 quioscos, pero (los brujos) llegan hasta el Faro Murillo, incluso, hasta el Cruce a Achocalla. Superamos los 1.000”, afirmó.
Los amautas construyeron sus casetas en la avenida Panorámica de la ciudad de El Alto.
Foto: Víctor Gutiérrez / Página Siete
Cada amauta guarda una especialidad que no es revelada con facilidad. Entre ellos se guarda un velo de misterio sobre las prácticas que realizan. Este sitio es uno de los atractivos y patrimonios alteños.
Fuente: Pagina Siete