Crisis económica en Bolivia: la dependencia del dólar y el fracaso del modelo del MAS
La caída de los ingresos del gas y la escasez de divisas agudizan la crisis económica, mientras el gobierno defiende un modelo que ha incrementado la dependencia de los productos importados y el dólar.
Domingo, 5 de enero de 2024 (FmBolivia).- Desde la fijación del tipo de cambio en 2011, el gobierno del Movimiento al Socialismo (MAS) ha impulsado un modelo económico centrado en el consumo interno y la inversión pública, basado en los ingresos del gas. Sin embargo, este modelo ha aumentado la dependencia de Bolivia del dólar, afectando gravemente la economía y los sectores productivos del país.
El analista Gonzalo Chávez destaca que los ingresos por la venta de gas, que en 2014 superaron los 6.000 millones de dólares, han caído a poco más de 2.000 millones en 2024, creando un déficit alarmante. La falta de divisas ha generado escasez de combustibles, y la creación de un mercado paralelo del dólar, con un valor superior a los 11 bolivianos por unidad, ha exacerbado la crisis. Según Fernando Romero, presidente del Colegio Departamental de Economistas de Tarija, las políticas del Banco Central de Bolivia (BCB) han agravado la situación, a pesar de que el BCB otorgó 700 millones de dólares a entidades financieras que no han logrado prevenir la escasez de créditos en divisas.
El analista Joshua Bellott señala que el modelo económico del MAS ha incrementado la dependencia del dólar, especialmente en la importación de insumos y productos, lo que ha afectado la capacidad productiva interna y la seguridad alimentaria del país. Según Bellott, la industria nacional depende en un 70% de insumos importados, lo que socava la autosuficiencia y aumenta la vulnerabilidad económica.
A pesar de la crisis, el presidente Luis Arce sigue defendiendo el modelo económico, mientras que economistas como Antonio Saravia critican su sostenibilidad, señalando que ha dejado a Bolivia sin gas, sin dólares y sin combustibles.
El crecimiento económico ha disminuido progresivamente, con una proyección de menos del 2% para 2024. El Presupuesto General del Estado 2025 refleja la preocupación, con una inflación prevista del 7,5%, un déficit fiscal de -9,2% y una disminución de la inversión pública. A medida que la crisis se agudiza, los expertos insisten en la necesidad de reformas estructurales para reducir la dependencia del dólar y reactivar la economía nacional.