El TSE advierte: el plazo “fatal” para aprobar la nueva distribución de escaños vence el 15 de enero
- La Asamblea Legislativa debe definir el futuro político del país con base en los resultados del Censo 2024 o se mantendrá la ley vigente desde 2013.
El vocal del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Tahuichi Tahuichi, alertó este jueves que la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) tiene como fecha límite el 15 de enero para aprobar el proyecto de ley de distribución de escaños. En caso de no cumplirse este plazo, regirá la norma aprobada en 2013, lo que podría afectar significativamente la representatividad de varios departamentos en las elecciones generales de 2025.
“El plazo fatal es hasta el 15 de este mes. Hasta esa fecha, la Asamblea debe enviarnos la aprobación (al TSE) para que los resultados del Censo 2024 cobren vigencia”, declaró Tahuichi a Urgente.bo, subrayando la importancia de este tema para el futuro político del país.
El proyecto de ley, presentado en octubre de 2024 por el TSE a la ALP, establece una nueva distribución de escaños en función de los datos del Censo Nacional 2024. Según esta propuesta, Santa Cruz, consolidado como el departamento con mayor población del país, aumentaría su representación de 28 a 29 curules en la Cámara de Diputados, mientras que Chuquisaca vería reducida su representación de 10 a 9 curules.
Tahuichi fue claro al señalar las consecuencias de no cumplir el plazo: “Si esto no sucede, el departamento de Santa Cruz no ganará el escaño uninominal; tampoco perderá Chuquisaca. En resumen, se seguirá aplicando la vieja ley de distribución de escaños, y continuaríamos con la misma legislación en las elecciones presidenciales de 2025”.
El retraso en la aprobación de esta ley se debe al receso de la Asamblea Legislativa, que dejó pendiente el tratamiento del proyecto en diciembre de 2024. Con el retorno de los legisladores a sus funciones el pasado 2 de enero, este tema se posiciona como una de las prioridades en la agenda parlamentaria.
La decisión de la Asamblea no solo afecta la representación departamental, sino que también refleja la capacidad del país para adaptarse a los cambios demográficos recientes. La población boliviana está observando de cerca este proceso, ya que su resultado tendrá un impacto directo en las elecciones generales de 2025 y en el equilibrio político nacional.
El desafío ahora recae sobre los asambleístas, quienes deben actuar con celeridad y responsabilidad para garantizar un proceso electoral justo y representativo. ¿Cumplirán con el plazo? Bolivia espera.