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Calidad del empleo en Bolivia no mejoró entre 2006 y 2015

Entre 2006 y 2015, la calidad del empleo no mejoró pese al prolongado periodo de crecimiento económico en el país, según la investigación Aproximación a la Calidad del Empleo en Bolivia (2006-2016), de Ernesto Yáñez.

El estudio está incluido en el libro Análisis del Empleo en Bolivia, del Centro de Investigaciones Sociales (CIS) y fue presentado anoche en el Hall de la Vicepresidencia del Estado. Contó con el apoyo de Oxfam, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

La investigación tomó en cuenta el índice de la calidad del empleo, basándose en tres dimensiones: ingreso laboral, satisfacción laboral y estabilidad laboral, y fue elaborado en base a la información de las Encuestas de Hogares 2006-2015 realizadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Según el análisis, la dinámica del empleo en el país en el periodo estudiado (2006-2015) pasó por dos fases, la primera, entre 2006 y 2012, que se caracterizó por un prolongado crecimiento económico, gracias a la mejora de los precios de las materias primas en los mercados internacionales y un segundo momento, en el que hubo un proceso de desaceleración entre 2013 y 2015.

El índice muestra que en 2006 el puntaje de la calidad de empleo llegaba a 53 puntos de 100 posibles, mientras que para 2015 éste llegó a 53,8 puntos.

“(Entre 2006 y 2015) ese índice creció menos del 1%. El bajo crecimiento debe llamar la atención, ya que se esperaría una mejora mucho más pronunciada en un escenario favorable para la economía como el acontecido entre 2006 y 2012”, precisa.

En las conclusiones del documento, el autor sostiene que la calidad del empleo se mantuvo en un nivel bajo, incluso en los años en los que el crecimiento económico fue sostenido.

“Está claro que los beneficios del crecimiento económico ocurrido en el periodo 2006-2012 no fueron más allá de la creación de puestos de trabajo y de la consecuente reducción del desempleo, dado que los niveles de calidad fueron bajos y sus mejoras, reducidas”.

Para el investigador es posible interpretar que el costo de la acelerada disminución del desempleo sea una reducida mejora en la calidad del empleo.

Entre 2006 y 2012, los principales indicadores laborales presentaron una mejora importante, Sin embargo, en los años siguientes, en un contexto de desaceleración de la economía, la generación de empleo disminuyó, el desempleo aumentó y se retrocedió en la formalidad del empleo.

La investigación señala que, tras un incremento de puestos de trabajo en 2007, la tasa de desocupación se redujo notablemente del 6% al 3%, aproximadamente, entre los años 2007 y 2012.

Esa disminución vino acompañada por un moderado aumento de la tasa de ocupación (del 69% al 72%) y la tasa global de participación de la población económicamente activa (del 73% al 74%).

“Tal comportamiento revela que la caída del desempleo sería resultado, básicamente, de un proceso de creación de empleo a tasas más altas que el incremento de la oferta laboral”, puntualiza el texto.

Sin embargo, el entorno negativo que comenzó en 2013 se tradujo en una reversión de la tendencia decreciente que hasta 2012 mostraba el desempleo, llevando la tasas a alrededor del 4% para 2015.

En primer periodo, la creación del empleo se dio sobre todo en el sector terciario (construcción y comercio) y se reflejó en un incremento de la formalidad.

De esa manera el empleo asalariado y con beneficios tanto en el sector público como privado mejoró al igual que los ingresos laborales.

“Durante esos años, el porcentaje de trabajadores formales respecto del total de los ocupados se incrementó del 28% al 33%, mientras que los empleos informales pasaron de representar el 70% del total de la población económicamente activa al 67%. Sin embargo, en los años posteriores esto cambió”, explica la investigación.

Mujeres ocupan peores puestos, según estudio

De acuerdo con la investigación de Ernesto Yáñez, las mujeres ocupan empleos de menor calidad, lo que es otra arista más de la discriminación de género que ocurre en el mercado laboral en el país.

El análisis revela que el índice de calidad de empleo de las mujeres mostró una mejoría al disminuir la brecha de género de una diferencia de 1,8 puntos que había el año 2005 a 0,4 puntos 10 años después, en 2015.

Esto se debió principalmente a un estancamiento en el índice de calidad de empleo de los hombres y un crecimiento en el caso de las mujeres.

Sin embargo, la evolución de las tasas de participación, ocupación y desempleo de las mujeres fue menor a la de los hombres en el periodo de estudio (2006-2015).

“Entre 2006 y 2012, la participación femenina en la tasa de ocupación fue del 64%, mientras que la masculina llegó hasta el 84%. Para el segundo periodo (2013-2015) ambas participaciones se redujeron alcanzando un promedio de 83% en el caso de los hombres y del 61% para las mujeres”.

Respecto al desempleo, los índices en la población femenina fueron mayores a los de los hombres, lo que se constituye en evidencia de la existencia de discriminación en el mercado laboral del país, subraya el informe.

El Diario.

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