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Barrios de Evo versus barrios de Revilla, ¿quién da más?

Las personas que toman la línea Roja del teleférico desde La Paz hasta El Alto quedan sorprendidas por dos razones. La primera es cuando observan un vehículo que cayó de la avenida Naciones Unidas y se quedó incrustado en medio de un cerro. La segunda es cuando ven los naranjas, lilas, amarillos, rojos y celestes de las fachadas de las casas de Alto Chualluma, una de las zonas beneficiadas por Mi Barrio, Mi Hogar, un programa impulsado por el Gobierno de Evo Morales.

Pocos de los pasajeros de este sistema de transporte se dan cuenta de que al lado izquierdo de esta colorida zona, se construyó el Barrio de Verdad Unión Alto Tejar hace aproximados cuatro años y gracias al programa impulsado por la Alcaldía La Paz, dirigida por Luis Revilla. De este lugar, sólo resalta la casa comunal, una estructura de tres pisos.

Ambas zonas se encuentran en el Macrodistrito Max Paredes de La Paz a los pies del cerro colindante con El Alto. En los dos barrios no pueden ingresar vehículos por su alta pendiente y porque sólo se construyeron pasos peatonales y graderías. Están divididos por la avenida Utapulpera.

“Estoy muy alegre por lo hermosa que está mi zona y no salgo de mi asombro”, dijo la presidenta de la junta de vecinos de Alto Chualluma, Tomasa Gutiérrez Choque. Según la dirigente vecinal, los obreros “primero” construyeron las fachadas. “El requisito era subir la arena fina y el cemento que ellos dejaron abajo (hasta donde pueden ingresar las movilidades), además dar luz y agua. Luego pintaron todas las casas y después plasmaron los murales”, contó. Una de las pinturas luce la palabra “Libertad” y de fondo está la figura de tres mujeres de pollera; y en la segunda se lee “Sueña” con el dibujo de un ave.

Gutiérrez contó que con el programa del Gobierno, se colocaron barandas de metal en todas las graderías, canaletas y bajantes a las casas que aún no tenían. Indicó que hasta ahí concluye la intervención del programa Mi Barrio, Mi Hogar.

En esta zona, los vecinos también se benefician con un segundo programa gubernamental dedicado exclusivamente a la vivienda. “Por eso tenemos muchas casitas con techos azules”, aclaró la dirigente vecinal.

A través de este segundo programa del Gobierno se trabajó en mejorar, ampliar o renovar las viviendas. Por ejemplo, en la casa de una de las vecinas se mejoró la cocina con mesones y pisos de cerámica, se instaló un baño con todo su equipamiento y se ampliaron los dormitorios con nuevas puertas y pequeñas ventanas de aluminio. También se cambiaron las cubiertas que eran de calaminas viejas por nuevas y de un material más resistente y azul.

Un técnico de la Agencia Estatal de Vivienda que inspeccionaba las obras informó que para acceder al programa los vecinos deben ser dueños del inmueble, ser bolivianos, vivir en la casa y tener la necesidad de mejorar sus condiciones de vida. Por ejemplo, que tengan hijos o sean personas de la tercera edad.

En la parte baja del barrio compiten los letreros del Gobierno y el municipio. El azul y blanco del Ministerio de Planificación del Desarrollo da detalles del proyecto: “Mejoramiento Urbano Turístico ‘El Qhatu’ La Paz con una inversión de 4,5 millones de bolivianos, (recursos) que provenían del Fondo Financiero para el Desarrollo de los Países de la Cuenca del Plata (Fonplata) y son ejecutados por el FPS”.

A la dirigente vecinal Tomasa Gutiérrez se le preguntó: “¿Por qué no accedieron al Programa Barrios de Verdad?” Ella respondió que su solicitud fue rechazada porque el 90% de sus necesidades básicas ya fueron cubiertas. “Eso significa que no debíamos tener alcantarillado, agua, que nuestros accesos no debían estar empedrados; sino continuar siendo de barro o tierra. Pero nosotros fuimos arreglando nuestro barrio con tareas de acción comunal”, declaró.

Esa era la situación en la que vivían los vecinos de Unión Alto Tejar. Antes de formar parte del programa Barrios de Verdad sólo podían acceder a sus casas por un terreno escarpado o senderos; no tenían agua y alcantarillado, corrían el riesgo de que una parte del cerro se deslice, además cruzaba un río, por la final Utapulpera. “Lo primero que hicieron fue embovedar al río y a partir de ahí comenzaron a construir el sistema de alcantarillado para todas las viviendas. Construyeron todos los muros de contención. Ese trabajo era necesario para estabilizar la zona; además, nuestro barrio es estable”, declaró el vecino Santos Luna.

Después instalaron los baños y se encargaron de la construcción de una casa comunal donde funciona una guardería, se dan cursos de cocina y se hacen velorios. “Siempre está activa esa casa comunal”, dijo. Ya pasaron varios años de la entrega de ese Barrio de Verdad y el vecino no se explica por qué no se hicieron fachadas. “No lo vimos importante”, dijo.

El programa Barrios de Verdad fue creado en 2003. Las obras en la primera zona beneficiada fueron entregadas en 2005 por el exalcalde Juan del Granado. Hasta la conclusión de su gestión logró el mejoramiento integral de 35 barrios. Luis Revilla, su sucesor, continuó con el programa e inauguró otros 66 en los casi 10 años que está al frente de la alcaldía paceña.

Según notas municipales, Villa Antofagasta Alto La Portada fue el último en ser entregado en julio de 2018. En febrero del año pasado se inauguró Villa Litoral y con él sumaron 100 Barrios de Verdad. En esa oportunidad, la separata municipal Cosas Claras reflejó los resultados: 40 casas de la mujer en funcionamiento; más de 110 mil beneficiarios; una inversión cercana a 350 millones de bolivianos gracias al Banco Mundial (BM) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID); 5.098 folios reales y certificados catastrales gratuitos entregados; 6.329 baterías sanitarias gratuitas; 77.000 empleos directos generados; y 389.190.347,27 bolivianos invertidos.

Pagina Siete.

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