• El candidato del PDC celebró la decisión del Tribunal Supremo Electoral de modificar el formato del debate de este domingo, valorando la incorporación de nuevos moderadores como un paso hacia la pluralidad e imparcialidad.

El candidato a la vicepresidencia por el PDC, Edmand Lara, confirmó su participación en el debate de este domingo. La solución llegó después de que el TSE aceptara modificar el formato inicial ante las quejas de Lara, quien consideraba que los medios organizadores, Red Uno y Unitel, eran «adversarios» a su postulación.

Como respuesta a su pedido de una «cancha neutral», el TSE decidió sumar dos nuevos moderadores al panel. Los periodistas Tuffí Aré y Maggy Talavera se incorporarán a Cecilio Bellido y Gabriela Oviedo para conducir el encuentro. «Me dirijo al Tribunal Supremo Electoral para expresar mi profundo agradecimiento por las modificaciones introducidas», declaró Lara a través de un video en TikTok, enfatizando que su agradecimiento era también a nombre de «todos los bolivianos que piden un debate plural e imparcial».

Sin embargo, el tono del candidato no fue solo de agradecimiento. Lara aprovechó la instancia para marcar una clara línea divisoria en la contienda electoral. «En esta contienda electoral hay dos caminos. El de los millonarios que invierten fortunas incalculables y quieren acaparar toda la comunicación. Y el camino del pueblo», afirmó, definiendo la pulseada como una lucha entre «el bien contra el mal».

Pero el desafío más directo de Lara fue lanzado hacia su contendiente de Libre 21, Juan Pablo Velasco. El candidato del PDC exigió para este domingo las «disculpas públicas de Juan Velasco al pueblo boliviano, herido por su conducta racista y supremacista». Esta demanda se enmarca en la polémica por unos presuntos tuits racistas publicados hace 15 años, los cuales Velasco ha negado con firmeza, asegurando que son falsos.

La previa al tan esperado debate vicepresidencial ha estado así cargada de tensión y reclamos cruzados. Mientras Lara forzó cambios en el formato para sentirse en igualdad de condiciones, Velasco se ve obligado a enfrentar acusaciones que manchan su imagen pública. El escenario está listo para un cara a cara donde no solo se debatirán propuestas, sino que también se medirán las acusaciones y la búsqueda de responsabilidades en un clima político ya de por sí polarizado.