
Susana Bejarano defiende su postura política frente a críticas y pide respeto para su familia
- La candidata a senadora por Alianza Popular responde a cuestionamientos por diferencias ideológicas con su esposo, el periodista Fernando Molina, y rechaza ataques del expresidente Evo Morales.
La candidata a senadora por Alianza Popular, Susana Bejarano, ha sido centro de una polémica tras defender las diferencias políticas que mantiene con su esposo, el reconocido periodista y analista Fernando Molina. Bejarano, quien postula junto a la fórmula presidencial de Andrónico Rodríguez, aseguró que «cada quien tiene derecho a pensar distinto», en respuesta a las críticas generadas en redes sociales y por figuras públicas, entre ellas el expresidente Evo Morales.

«No voy a callar», fue el título del extenso mensaje que Bejarano publicó en sus redes, dirigido especialmente al periodista Andrés Gómez, quien cuestionó la divergencia ideológica entre la candidata y su esposo, vinculado a un sector opositor. «¿Acaso una mujer debe subsumirse a la posición política de su marido?», cuestionó Bejarano, tachando los señalamientos de «arbitrarios e ignorantes». Además, rechazó las insinuaciones del también analista Rafael Archondo, quien sugirió una supuesta cercanía de Molina con otro candidato.
El debate escaló cuando el expresidente Evo Morales se sumó a las críticas, acusando a Alianza Popular de incluir en sus filas a «una persona íntimamente ligada a la derecha». En un post en redes, Morales señaló que Bejarano es «declarada enemiga de las revoluciones en Venezuela y Nicaragua», calificando su postura como una «traición y derechización».
Frente a esto, la candidata respondió con firmeza: «Pido que no se metan con mi familia», subrayando que sus convicciones de izquierda son independientes de las posturas de su esposo. «¿Es una falta contra la sociedad pensar distinto? No, claro que no lo es», remarcó.
La controversia ha reavivado el debate sobre la autonomía política de las mujeres en la esfera pública y los límites de la crítica personal en el ámbito partidario. Mientras tanto, Bejarano mantiene su campaña bajo la sombra de estos cuestionamientos, reafirmando su derecho a «ejercer su agencia política» sin condicionamientos.