
Enrique Mamani, operador de Evo Morales, es enviado a Chonchocoro por presuntas amenazas al TSE
- El dirigente sindical permanecerá 90 días en prisión preventiva, acusado de incitar violencia en medio del proceso electoral.
Enrique Mamani Quispe, secretario ejecutivo de la Confederación de Comunidades Interculturales de Bolivia y cercano colaborador del expresidente Evo Morales, fue trasladado este sábado al penal de máxima seguridad de Chonchocoro. La medida cautelar, dictada durante una audiencia en la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), establece su detención por 90 días mientras se investigan presuntas amenazas contra vocales del Tribunal Supremo Electoral (TSE), en pleno proceso rumbo a las elecciones del 17 de agosto.

Mamani fue interceptado el viernes por la noche en Villa Fátima, cuando se dirigía a su domicilio, y permaneció en celdas policiales hasta su traslado a Viacha. El ministro de Gobierno, Roberto Ríos, confirmó que su aprehensión se debió a su presunta participación en la promoción de «conductas violentas», vinculadas a las protestas lideradas por Morales, quien insiste en su postulación pese a su inhabilitación constitucional.
El caso refleja la tensión política en Bolivia, donde el expresidente Morales y su círculo enfrentan medidas legales por acciones consideradas desestabilizadoras. Mamani es señalado como uno de los operadores clave de las movilizaciones que exigen la habilitación de Morales, rechazada tanto por el gobierno de Luis Arce como por el Tribunal Constitucional Plurinacional.
Este hecho se suma a la detención de Ponciano Santos, otro dirigente afín a Morales, quien fue enviado a prisión preventiva por 180 días el pasado 17 de mayo. Santos, buscado desde 2024 por su presunta participación en bloqueos y actos violentos, fue capturado en Sopocachi mientras coordinaba protestas cerca del TSE, camuflado en una ambulancia. Actualmente enfrenta cargos por terrorismo, alzamiento armado y daños a bienes estatales.
Con estos antecedentes, las autoridades buscan disuadir nuevas acciones que alteren el orden público, en un escenario electoral marcado por disputas internas dentro del oficialismo. El traslado de Mamani a Chonchocoro marca un nuevo capítulo en la crisis política boliviana, donde la polarización y las tensiones judiciales siguen en ascenso.