
Denuncian presunto esquema de corrupción en venta de combustibles que involucraría a Luis Arce y al grupo Valdivia
Medio argentino revela compra de lujoso departamento en Paraguay por parte de Eduardo Valdivia, propietario de Los Tiempos, sin justificación clara de ingresos.
En medio de la crisis de hidrocarburos que afecta a Bolivia, con largas filas en estaciones de servicio y escasez de combustibles, el portal argentino La Letra P ha destapado un presunto esquema de corrupción que involucraría al presidente Luis Arce y al empresario Eduardo Valdivia, propietario del periódico Los Tiempos.

Según la investigación, Botrading, una subsidiaria de YPFB con sede en Paraguay, habría comprado combustible a precios inflados, generando ganancias ilícitas para un círculo cercano al poder. Este grupo incluiría al hijo del presidente y al empresario Valdivia, quien habría adquirido un lujoso departamento en Asunción, valuado en más de dos millones de dólares, sin una justificación clara de sus ingresos.
El inmueble, ubicado en la exclusiva torre residencial Eminent, construida por la cadena Armani Home, es una de las propiedades más costosas de la capital paraguaya. La Justicia deberá investigar el origen de estos fondos, así como otras inversiones relacionadas con Botrading en Paraguay y otros países, según señala el medio.
La escasez de diésel y gasolina, que afecta a la población boliviana, se habría convertido en un negocio millonario para este círculo de poder, mientras el país enfrenta una inflación creciente y un deterioro económico acelerado. El Gobierno ha atribuido la falta de combustible a la insuficiencia de dólares para importar carburantes, pero los datos oficiales revelan un panorama más complejo.
Bolivia consume diariamente alrededor de siete millones de litros de diésel y seis millones de gasolina, de los cuales más del 80% y 50%, respectivamente, son importados. El Estado subvenciona estos combustibles, vendiéndolos a un tercio de su precio internacional, lo que ha generado una caída significativa en las reservas internacionales.
A esta situación se suma la drástica reducción de la producción y exportación de gas, una de las principales fuentes de ingresos del país. La falta de inversión en el sector ha disminuido la entrada de divisas, afectando no solo al gobierno central, sino también a gobernaciones, alcaldías y universidades.
El Gobierno ha admitido que no puede garantizar la importación de combustible, lo que ha exacerbado la crisis y generado malestar en la población. Mientras tanto, las denuncias de corrupción plantean serias preguntas sobre la transparencia y el manejo de los recursos públicos en un contexto de creciente descontento social.