Rodrigo Paz: Gobierno del MAS admite incapacidad para cubrir demanda de gasolina

  • El precandidato presidencial denuncia colapso en el suministro de gasolina y advierte sobre una inminente alza inflacionaria.

La crisis de combustibles en Bolivia ha alcanzado un punto crítico. Rodrigo Paz Pereira, precandidato a la presidencia por Primero la Gente, acusó al Gobierno del MAS de rendirse ante la escasez de gasolina y diésel, admitiendo que no podrá cubrir la demanda y optando por abrir la importación a precio internacional.

Prensa Libre

«Esta es una total capitulación del Gobierno del MAS, que durante años aseguró que este momento jamás llegaría. Ahora nos lanzan una gran mentira: ¿con qué dólares se importará la gasolina y el diésel si Bolivia enfrenta una aguda falta de divisas? La consecuencia inmediata será una inflación descontrolada», afirmó Paz Pereira.

El dirigente advirtió que la falta de carburantes tendrá un impacto devastador en la economía, especialmente en el sector productivo y en la distribución de alimentos. «Si los productos no pueden llegar a los mercados, su precio se disparará y desatará aún más inflación», agregó.

«El Gobierno bloquea al país»

Durante un recorrido por gasolineras de La Paz y la zona Sur, Paz Pereira evidenció el impacto de la crisis: filas de vehículos de hasta 3,5 kilómetros esperando abastecerse de combustible.

«Son filas interminables de movilidades que buscan desesperadamente gasolina. El Gobierno ha bloqueado al país al dejarlo sin gasolina y sin diésel«, denunció.

Para el precandidato, esta situación refleja el colapso de la gestión gubernamental. «Estamos en la fase terminal de un régimen fallido que fracasó en todos los sentidos. Un Gobierno que no garantiza la libre movilidad, la producción de alimentos y el trabajo diario está en su crisis final«, sostuvo.

El impacto en la producción agrícola

La crisis del combustible no solo afecta a las ciudades. Paz Pereira alertó sobre el impacto en las regiones productoras de alimentos, donde las cosechas están en peligro por la falta de diésel.

«Si las filas por gasolina en La Paz son interminables, ¿cómo será en el resto del país? ¿Qué pasará en las zonas productivas donde el diésel es esencial?», cuestionó.

Según los datos que citó, Bolivia tiene 1,2 millones de hectáreas de soya que dependen del diésel, además de 150 mil hectáreas de caña de azúcar, maíz y sorgo. La falta de este combustible pondría en riesgo la producción en el altiplano, oriente y occidente, en plena época alta de cosecha.

«El Gobierno debe asumir su responsabilidad y dar soluciones reales, no parches. El pueblo no puede seguir pagando por su mala gestión«, concluyó Paz Pereira.