Seguidores de Evo Morales recuperan la sede partidaria en Miraflores tras toma de arcistas

  • Seguidores del expresidente ingresaron por la fuerza, persiguieron a afines de Luis Arce y quemaron imágenes de Morales en un clima de tensión y división interna.

La sede del Movimiento Al Socialismo (MAS) en Miraflores, donde opera la Dirección Nacional del partido, fue escenario este martes de un nuevo capítulo de la pugna interna entre los seguidores del expresidente Evo Morales y los afines al actual mandatario, Luis Arce. Pasadas las 11:00, grupos leales a Morales ingresaron con palos y por la fuerza al edificio, recuperando el control del lugar que había sido tomado horas antes por simpatizantes de Arce, liderados por el diputado Rolando Cuéllar.

Prensa Libre

La mañana había comenzado con la toma de la sede por parte de los arcistas, quienes retiraron y quemaron imágenes del expresidente Morales en un acto simbólico que exacerbó las tensiones. “Hemos tomado la sede del Movimiento Al Socialismo. La imagen del MAS estamos limpiando, hemos borrado la imagen de Evo, hemos quemado la imagen de Evo. Esta sede es de las organizaciones sociales, no es del Frente Para la Victoria (FPV)”, declaró Cuéllar a medios locales.

Sin embargo, la respuesta de los moristas no se hizo esperar. Con palos en mano y en medio de gritos, los seguidores de Morales ingresaron al edificio, persiguiendo a los arcistas, algunos de los cuales intentaron escapar por los techos. Incluso, los moristas subieron a los tejados para intentar atrapar a quienes calificaron como “traidores”, en un clima de confrontación que refleja la profunda división que atraviesa el partido gobernante.

Este enfrentamiento es la manifestación más reciente de la fractura interna en el MAS, que se ha agudizado desde la renuncia de Evo Morales al partido y su distanciamiento público de la gestión de Arce. Mientras los arcistas insisten en que el partido debe renovarse y distanciarse de la figura de Morales, los moristas defienden el legado del expresidente y acusan a Arce de traicionar los principios del movimiento.

La tensión en el MAS no solo pone en evidencia la lucha por el control partidario, sino también la polarización que vive Bolivia en un contexto político cada vez más complejo. Las organizaciones sociales, históricamente aliadas del MAS, observan con preocupación estos hechos, mientras el gobierno busca mantener la estabilidad en medio de la crisis interna.

Por ahora, la sede del MAS en Miraflores permanece bajo control de los seguidores de Morales, pero la incertidumbre sobre el futuro del partido y su capacidad para mantener la unidad sigue siendo una incógnita. Lo que queda claro es que la batalla por el alma del MAS está lejos de terminar.

Fuente: Brújula Digital